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Crónica:DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA REGIÓN
Crónica
Texto informativo con interpretación

Su discurso más austero

La presidenta evita anuncios efectistas y presume de gestión económica

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha limado su discurso. Lo ha librado de algunas asperezas, pero ella siempre guarda pólvora. El que pronunció ayer en la primera jornada del debate sobre el estado de la región ha sido el más austero de sus siete años en la Comunidad de Madrid. Nada de anuncios efectistas. Las arcas regionales no están para sorpresas. Aguirre hizo un balance de la legislatura muy complaciente con su gestión. Todo éxitos. En el repaso olvidó mencionar el caso Gürtel o el supuesto caso del espionaje que han afectado a la Comunidad.

Aguirre suele aprovechar estas situaciones para hacer oposición al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer defendió la idea de que Madrid ha resistido mejor la crisis que España por los errores del Ejecutivo socialista. Y, claro, por sus aciertos.

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La presidenta tiró de sarcasmo para describir la complicada semana que vivió Zapatero en mayo. Cuando anunció el polémico plan de ajuste por el cual rebajó el sueldo a los funcionarios y congeló las pensiones. "Zapatero, con sus medidas, ha venido a dar la razón a este Gobierno de Madrid", defendió Aguirre, "que lleva siete años preconizando medidas de ahorro, de austeridad, de contención del déficit, de reducción del sector público".

Aguirre quiere ser el referente del liberalismo. Cada vez que puede tira de ideología. Por eso celebró el cambio de postura del Ejecutivo central. "No seré yo la que se oponga a las medidas de los socialistas conversos, les doy la bienvenida a las filas de la ortodoxia. No tendrán más remedio que emprender políticas liberales, porque han demostrado su eficacia para salir de la crisis que se producen por los que siguen defendiendo las falacias keynesianas".Aguirre repitió como en una letanía los ataques que lanza al Ejecutivo socialista, al que acusa de "asfixiar a Madrid", de "deberle 18.848 millones" a la Comunidad de Madrid por "no invertir en la región" ni reconocer el aumento de la población para el reparto de los fondos estatales. Y presumió de su plan de austeridad, con el que dijo que ha ahorrado 542 millones durante los dos últimos años.

La teoría liberal propone reducción del gasto público. La presidenta repite este principio como si fuera un mantra: "Bajar impuestos, prestar servicios de máxima calidad y controlar el déficit público", dijo ayer. En ese escenario, avanzó una disminución del 10% en el presupuesto del próximo año y se comprometió, por enésima vez, a aprobar "un plan de racionalización del sector público de la Comunidad de Madrid que afectará a numerosos organismos y empresas de la Comunidad de Madrid". El Gobierno regional lleva meses preparando una profunda reestructuración de la Administración regional que supondrá la eliminación de muchos de los más de 200 entes públicos, organismos autónomos, fundaciones y empresas públicas. La dificultad está en el reparto de las competencias. Aguirre no precisó más detalles sobre este ambicioso plan, que algunos esperaban que descubriera ayer.

También se esperaba la confirmación del nuevo plan para reducir el número de liberados sindicales. Una noticia conocida el pasado lunes y que ha obligado a Aguirre a introducir cambios de última hora en su discurso. No estaba previsto hacer el anuncio en este debate y menos a 15 días de una huelga general de los sindicatos contra el Gobierno socialista. Pero tras hacerse público, la presidenta ratificó el nuevo pulso contra los sindicatos, pero lo hizo de forma discreta. Apenas se detuvo en la medida: "La actual crisis económica nos obliga a todos a administrar con rigor y eficacia los recursos públicos. A este esfuerzo los sindicatos no pueden ser ajenos pues de estos recursos obtienen una parte importante de sus medios para ejercer sus funciones. Por eso, el Gobierno de la Comunidad ajustará el número de liberados sindicales para el ejercicio de sus derechos al que le corresponde por ley, lo que, además de ser respetuoso con sus derechos y con la ley, permitirá un mejor aprovechamiento de los efectivos con los que cuenta la Administración autonómica". Acto seguido y como si quisiera pasar desapercibida pasó a relatar su gestión en políticas medioambientales.

Muchos de los asistentes que estaban en las gradas de la Asamblea de Madrid se quedaron sorprendidos. Entre ellos el secretario general del PSM, Tomás Gómez, quien aseguró que "la presidenta ataca a los representantes de los trabajadores porque ella nunca ha pertenecido ni ha tenido nada en común con los trabajadores de la región". Y agregó: "Aguirre ha hecho un discurso de despedida. Hoy más que nunca es la presidenta saliente de esta Comunidad. Hemos visto el discurso de alguien agotado, de alguien que ya no va a aportar nada de futuro para Madrid". Su rival en las primarias socialistas, Trinidad Jiménez, no acudió a la cámara regional, lo que fue criticado por algunos de los diputados socialistas. Sin embargo, Jiménez valoró la intervención de Aguirre, sobre la que dijo que no "ha hecho ninguna aportación importante ni nueva ni nada que sea en beneficio de los ciudadanos".

Las primarias de los socialistas han dividido en dos el grupo parlamentario. Esta circunstancia ha provocado que hubiera hasta cuatro portavoces socialistas disputándose a los medios.

Ayer le tocó a Aguirre abrir el fuego. Hoy se espera que entre en batalla.

El ministro de Trabajo acusa a Esperanza Aguirre de aprovecharse "electoralmente" de esta situaciónVídeo: AGENCIA ATLAS

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