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Las consecuencias del comunicado de la banda

ETA decreta el alto el fuego presionada, acorralada y dividida

La caída de sus cúpulas, la inactividad y la falta de 'generales' debilitan la banda

Jorge A. Rodríguez

ETA ha decidido el alto el fuego unilateral en un momento de máxima debilidad. La caída de su último gran general, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, -culmen de una imparable decapitación policial de sus cúpulas-, las peleas internas en la banda, la desconfianza en la capacidad y fiabilidad de sus efectivos, las escisiones en el colectivo de presos y las presiones de la izquierda abertzale para que cesen los atentados han determinado la declaración etarra, definida por la lectora del comunicado como "la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas". Un anuncio que confirma un hecho objetivo: que aunque ETA lo ha intentado, desde el 9 de agosto de 2009 no atentaba en España. Las fuerzas de seguridad no le han dejado.

La detención de Ata, el pasado 20 de mayo, marcó un antes y un después
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La caída de Ata, el 20 de mayo, marcó un antes y un después en la vida criminal de ETA. Carrera Sarobe inició una amplia reorganización de la banda y planificó una dispersión de las bases operativas de la banda. Él fue quien puso en marcha el proceso para instalar un centro operativo en Portugal y quien reforzó las medidas de seguridad. Su perfil daba cierto miedo a los servicios antiterroristas: le definían como "un gran general etarra". Quizás el último.

El propio ascenso de Ata a la cúpula dejó tras de sí una situación desastrosa. Durante y tras la ruptura del anterior alto el fuego, la dirección de ETA estaba compuesta por cinco miembros enfrentados: Francisco Javier López Peña, Thierry, y dos de sus acólitos, frente a Garikoitz Azpiazu, Txeroki, y Carrera Sarobe. ETA vivió entonces su mayor crisis hasta el momento: el enfrentamiento fratricida en sus órganos de dirección. Ganó Thierry frente a Ata y Txeroki, pero la posterior detención del primero dejó todo el poder en manos de Txeroki y, al caer este, de Ata.

Pero al ser detenido Ata, llegó el descontrol. La dirección pasó a ser desempeñada por Iratxe Sorzabal e Izaskun Lesaka. Una de las dos es, más que probablemente, la que leyó el comunicado de ayer. La desconfianza se acentuó. La banda dejó sin cobertura a muchos etarras -que se lo pregunten a Luis María Zengotitabengoa, detenido en Bélgica- y sin apenas sitio para refugiarse a los huidos de la kale borroka.

El tiempo corría en contra de ETA. Cada día que pasaba perdía capacidad, sobre todo porque en su sostén tradicional de la izquierda abertzale la apuesta por las vías exclusivamente políticas se abría paso de manera en apariencia irreversible. Además, el colectivo de presos se agrietaba y la presión policial la mantenía acorralada. El alto el fuego parecía la solución, aunque tiene trampa: expertos antiterroristas sostienen que con él, ETA espera a que fracase la iniciativa política de la izquierda abertzale para luego reaparecer como salvadora. Más terrorismo.

Los servicios antiterroristas insisten en que ETA se debilita cuando no puede usar la estrategia de la violencia. La banda, además, vive pendiente de qué decidan sus viejas guardias, tanto los presos del llamado laboratorio de El Puerto, la cárcel gaditana donde están encarcelados los duros, como algunos de sus generales históricos ahora ocultos. Con una banda débil, acorralada, dividida y descontenta, hay altos cargos antiterroristas que, mitad por análisis, mitad por deseo, creen que es posible que ETA, la ETA conocida hasta ahora, no vuelva a matar.

La incógnita de la mujer

No hay duda: el alto el fuego lo anuncia una mujer. La misma que, según los primeros análisis policiales, leyó en enero de 2009 el comunicado conmemorativo de los 50 años de muerte de ETA. El nombre es aún una incógnita, pero los expertos antiterroristas apuntan la posibilidad de que sea Iratxe Sorzabal, aunque también podría ser Izaskun Lesaka. Ambas son ahora jefas de ETA.

Sorzabal, de 38 años y de Irún (Guipúzcoa), milita en ETA desde los años noventa. Tras ser detenida en 2001, denunció torturas; posteriormente fue absuelta. Entonces era portavoz de Gestoras Pro Amnistía. Pasó a la clandestinidad, hasta que fue detenida en Francia, donde estuvo presa tres años. Como presunta jefa del aparato político etarra, tiene todas las papeletas como comunicante del alto el fuego. Izaskun Lesaka lleva años en puestos importantes del aparato político. Imputada por pertenecer a Haika y Segi, está huida desde 2005. Hay constancia de que es la autora de otros comunicados de ETA.

La iconografía de ayer es la misma que la del vídeo del 50º aniversario (solo falta el logotipo de esta celebración). Pero todo es nuevo. Las capuchas de 2009 eran blancas de raso. Las de ayer, de tono marfil. Las primeras fueron halladas en un zulo en Carnac (Francia) a finales de 2009. Allí estaban las boinas, capuchas, jerséis con escudo y el mantel de vídeos anteriores.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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