Mohamed VI se quejó a Rubalcaba de que un helicóptero sobrevoló su yate

Zapatero no está preocupado por la relación entre España y Marruecos. "No hay nada serio que nos deba preocupar. No hay ningún problema de fondo que permita poner en cuestión la buena relación que mantenemos y estoy convencido de que lo veremos en poco tiempo", aseguró ayer en Tokio.

El presidente consideró "normal" que "cada cierto tiempo surja alguna dificultad" con un país vecino con el que se mantienen relaciones tan intensas y admitió que también hay "temas estructurales más delicados", en alusión a la reivindicación marroquí de Ceuta y Melilla, que dan lugar a roces. Pero descartó que Rabat persiga algún objetivo inconfesable con los incidentes de agosto pasado en la frontera con Melilla y aseguró que la voluntad de los dos Gobiernos es que estos incidentes no perturben sus relaciones.

La confianza del presidente se basa en que ya conoce el motivo del enojo de las autoridades marroquíes. Fue el propio rey Mohamed VI quien, el pasado día 23, le trasladó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, su malestar por el hecho de que un helicóptero del Ejército español que llevaba suministros al Peñón de Alhucemas sobrevolara en junio pasado el yate en el que descansaba frente a las costas de Marruecos. Al monarca alauí le irritó especialmente que el vuelo se repitiera después de la primera protesta. Y fue el carácter personal del agravio lo que llevó al Gobierno a pedir la intercesión del Rey.

Respecto a la denuncia de malos tratos a un grupo de activistas españoles detenidos el sábado en El Aaiún (Sáhara), el Gobierno alega que no tiene ningún dato que desmienta la versión oficial marroquí de que los agresores no fueron policías sino civiles.