Menudo 'Juguete' de Joselito
Como un niño en el día de Reyes se debió sentir Antonio Barrera al comprobar el Juguete que le tocó en suerte. Con ese nombre saltó al ruedo el toro del ex matador Joselito, que lidió una interesante corrida en Illumbe.
Era el segundo de la tarde, un espectacular jabonero, de no mucho peso ni esqueleto, pero con dos pitones que tapaban lo que le faltaba por detrás. El toro empujó bien en el único puyazo que tomó, pues el segundo fue de trámite. Después, derrochó alegría en su largo tranco, movilidad, calidad en la embestida y tuvo emoción.
¿Qué más podía pedir Antonio Barrera? Al toro se le caían las orejas desde las primeras embestidas. El sevillano se dio cuenta y el saludo capotero tuvo garbo. La cuadrilla no dejó pasar la posibilidad de lucirse y Paco Peña puso los dos mejores pares de la tarde, de mucha más calidad que los de El Fandi.
TAJO Y REINA / RIVERA, BARRERA Y FANDI
Cinco toros de las ganaderías de El Tajo y La Reina, justos de trapío, aunque con cara y de excelente juego el segundo, el quinto y el sexto. Un toro, el tercero, de La Campana, con poca fuerza.
Francisco Rivera Ordóñez, 'Paquirri': Tres pinchazos y media caída (silencio). Cinco pinchazos (algunos pitos tras un aviso).
Antonio Barrera: Estocada baja (oreja). Estocada caída (oreja).
David Fandila 'El Fandi': Estocada desprendida y dos descabellos (saludos). Pinchazo, estocada y descabello (oreja tras un aviso).
Saludó en el segundo el banderillero Paco Peña.
Plaza de Illumbe. 20 de agosto de 2010. Sexta de la Semana Grande. Casi media entrada.
La plaza olía a faena importante y Barrera, tras brindar al público, citó para un pase cambiado en los medios y el toro lo arrolló abriéndole la taleguilla. Caído pegó un muletazo de rodillas antes de ligar un par de derechazos y rematar ante el asombro del respetable. El trasteo de Barrera fue vibrante, con algunos derechazos buenos y siempre con mucha transmisión. Por la izquierda bajó la calidad y el sevillano optó por acortar distancias y buscar los circulares cuando daba la impresión de que aquel Juguete tenía aún mucha cuerda.
Pero era el día de Antonio Barrera, anunciado junto a dos de los toreros que más tardes suman a lo largo de la temporada, y le salió el quinto, otro gran toro de Joselito, ambos con el hierro propiedad de su apoderado Martín Arranz. Embebido de nombre, también lució buenas cualidades.
Barrera lo entendió y le citó siempre de lejos. Bajó la intensidad por la izquierda y hubo vibración. Volvió a matar de fea manera y las cuatro orejas que pudo haberse llevado al esportón se quedaron en dos.
El Fandi tuvo en su muleta al otro buen toro, en este caso del hierro de El Tajo. Pero Almacenero vio cómo el granadino se dedicó a darle muletazos embarullados, con series en las que el torero no paró quieto ni un instante e hizo olvidar algún derechazo de mérito. Otro toro que no debió perder sólo una oreja.
En su primero, el remiendo de La Campana, poco pudo hacer El Fandi, ya que el astado se paró por la falta de fuerza, a pesar de que el diestro trató de cuidarlo incluso en un vulgar tercio de banderillas, en el que siempre clavó con ventaja sobre el animal.
El público se enfadó con Rivera Ordóñez. Reapareció después de un mes lesionado y estuvo frío, con un toreo despegado y hacia afuera que nada dice, al que sumó muchas precauciones a la hora de entrar a matar, por lo que fue pitado ligeramente en el cuarto, pero despedido con bronca al abandonar el coso.
En la vuelta al ruedo tras el quinto, Antonio Barrera se fundió en un abrazo con José Miguel Arroyo, Joselito. No fue ése el único premio que mereció el ganadero, a quien los buenos aficionados debieron obligar a saludar después del festejo.
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