Guardias civiles denuncian que hay listas de agentes que no ponen multas
"Hartazgo" y "desánimo". Así describieron ayer los dirigentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y de la Unión de Oficiales la situación en la que se encuentra el instituto armado, la "más crítica de su historia", por la discriminación profesional que sufre con respecto a otros cuerpos policiales. Este agravio, por el que han convocado una manifestación el 18 de septiembre, es, según las asociaciones, la causa de la "bajada sin precedentes" de las multas.
La protesta, que la AUGC calcula que ha provocado solo en Madrid una caída en julio y agosto de entre el 80% y el 90% de las multas de tráfico, ya ha tenido respuesta por parte de Interior. Según denuncian las asociaciones, se están pidiendo listas de los agentes que menos multas ponen. Fuentes de la Jefatura de la Guardia Civil de Tráfico declinaron ayer comentar la acusación.
Sin derecho a la huelga, "no tenemos cauces de presión", aseguró ayer Alberto Moya, que subrayó la falta de diálogo por parte de las instituciones competentes para solucionar el conflicto. La Unión de Oficiales y la AUGC denunciaron, entre otras cuestiones, que trabajan 22 horas mensuales más que los policías y que no tienen previsión de servicios, lo que dificulta la conciliación de la vida laboral y familiar.
Aunque la AUGC negó la existencia de la huelga de bolis caídos -porque no tienen derecho a huelga- confirmó que el movimiento "unánime y espontáneo" de no multar se ha extendido a toda la Guardia Civil. "La bajada de denuncias no afecta a la seguridad vial, nuestra presencia sí", insistieron.
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