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Reportaje:FUERA DE RUTA

Diez saltos por el hielo

La naturaleza de Tierra del Fuego invita a recorrerla en crucero y en zodiac observando a animales muy coquetos

Paco Nadal

Para los amantes de los espacios abiertos y la naturaleza indómita, diez lugares imprescindibles en Tierra de Fuego, con el Estrecho de Magallanes como referente.

01 Punta Arenas

Es la población chilena que controla la ribera norte del Estrecho de Magallanes. Una localidad de 130.000 habitantes que tiene algo de puesto de colonización, de ciudad de frontera donde la luz y el aire presagian ya las soledades australes. Punta Arenas recuerda un punto a Valparaíso, con esos cerros alomados tapizados de casitas bajas de vivos colores que se descuelgan hasta la orilla del Estrecho de Magallanes. Es el punto de partida de muchos cruceros por los canales patagónicos y de excursiones para ver pingüineras y bosques autóctonos en el Estrecho.

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02 Visitar una castorera

Una de las visiones más asombrosas que se pueden tener en Tierra del Fuego es la de una castorera. En Patagonia nunca hubo castores. Los introdujeron en 1946 para comercializar su piel. No funcionó, pero los castores se quedaron y como no tenían depredadores, se reprodujeron de manera exponencial. Su hábito de talar árboles para construir diques y represar el agua está destrozando los bosques patagónicos. El terreno que rodea una castorera es un escenario digno de un akelarre, con árboles derribados o secos en medio de lagunas artificiales creadas por estos ingenieros del bosque.

03 Crucero por los canales patagónicos

La mejor -y única- manera de descubrir los canales e islas patagónicos es desde el mar. Tres barcos de Cruceros Australis hacen recorridos entre Punta Arenas y Ushuaia con paradas en pingüineras, glaciares, islas con elefantes marinos, bosques patagónicos, además de en Wulaia. Colofón del recorrido es el cabo de Hornos. Son barcos de un máximo de 120 pasajeros con un concepto de crucero-expedición, en los que a diario se baja a tierra en zodiac para hacer excursiones y durante la navegación hay charlas sobre glaciología, fauna y flora e historia patagónicas.

04 La avenida de los glaciares

Lo más espectacular del canal de Beagle, que une el Atlántico con el Pacífico, es la avenida de los Glaciares. Se trata de un tramo de unos 60 kilómetros de longitud en el que desaguan cinco glaciares que bajan de la cordillera Darwin. Cinco poderosos ríos de hielo que se pueden ver uno tras otro como un traveling mágico desde la borda del barco: el España, el Romanche, el Roncagli, el Italia y el Holanda. Algunos, como el Italia, aún son glaciares de marea, es decir, su lengua de hielo llega al mar. Otros, como el Romanche, han retrocedido tanto en los últimos 10 años que el frente está suspendido de la roca a varios kilómetros del canal.

05 La prisión de Ushuaia

En 1902 las autoridades argentinas decidieron construir un penal para presos reincidentes y peligrosos en el confín del territorio nacional: Ushuaia. El presidio fue levantado por los propios penados. Albergó hasta 600 presos y estuvo activo hasta 1947. Hoy se ha reconvertido en museo y en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Se han rehabilitado algunos pabellones donde se muestra cómo vivían los presos, el régimen de internamiento y el día a día del presidio. También hay dos interesantes muestras de maquetas de barcos importantes en la historia de la Tierra del Fuego, empezando por el Beagle, y sobre las exploraciones antárticas.

06 Hacienda Harberton

El pastor de almas británico Thomas Bridges fue el primer europeo en integrarse entre los yaganes, una de las cinco etnias originarias de Tierra del Fuego. En 1886 fundó una estancia a 80 kilómetros al este de Usuhaia desde la que se dedicó a aprender la lengua yagana y a proteger a los fueguinos de otros colonos europeos. La hacienda Harberton ha pertenecido desde entonces a los descendientes de Bridges, que han abierto parte de las instalaciones al turismo. La historia de Tierra de Fuego en vivo en una agradable bahía que se asoma al canal de Beagle.

07 Puerto Williams

Es la base militar chilena en la isla de Navarino, en la margen sur del canal de Beagle. Un poblado de casas de madera rodeado de la naturaleza más pura que se pueda imaginar. Bosques compactos de lengas, ñirres y coigües, retorcidos como sacacorchos por efecto del viento, tapizan las laderas de la isla. Una bruma pegajosa los envuelve en misterio. Dos mil personas, entre militares, sus familiares y pescadores dedicados a la centolla y el calamar pueblan este paraíso perdido. En Puerto Williams vive Cristina Calderón, la última yagán.

08 Wulaia

Antiguo asentamiento yagán en la costa oeste de la isla de Navarino, en el canal Murray. Todavía se ven las concheras, colinas formadas por restos de moluscos que constituían la dieta básica de los aborígenes fueguinos. Aquí tuvo lugar la matanza de los misioneros anglicanos el 9 de noviembre de 1859. Más tarde se construyó un edificio para el radiocontrol de la navegación que hoy alberga un museo sobre la historia de los pueblos de Tierra de Fuego.

09 El canal de Beagle

De Ushuaia salen a diario barcos (catamaranes y naves más pequeñas) que hacen excursiones de día por el canal de Beagle. Nada más alejarse de la rada de Ushuaia, el pasajero se sumerge en la naturaleza más pura de Tierra de Fuego. Se pasa junto a islotes colonizados por leones marinos y cormoranes, se ve de cerca la estancia Túnel, fundada en 1900. Algunos barcos paran también en la estancia Harberton. En la isla Martillo se visita una gran pingüinera.

10 El cabo de Hornos

El colofón ideal a un viaje por Tierra de Fuego. Cabo de Hornos es el extremo sur del continente y el fin de la tierra conocida. Más allá solo está la Antártida. En realidad no es un cabo sino una isla. No hay puerto ni pantalán: solo se puede desembarcar en las barcas auxiliares del barco que nos lleve. Y con mucho viento o mal tiempo, resulta imposible. En la isla viven un militar chileno y su familia, que se relevan cada año. Cuidan de la estación de radio y meteorológica, del faro más austral del mundo y de una pequeña capilla.

Los pingüinos de penacho amarillo abundan en la Isla Pingüino, situada en la Tierra del Fuego argentina.
Los pingüinos de penacho amarillo abundan en la Isla Pingüino, situada en la Tierra del Fuego argentina.JUAN CARLOS MUÑOZ ROBREDO

Guía

Prefijo telefónico

» 00 54.

Cómo llegar

» Delta (www.delta.com) vuela a Buenos Aires, con escala en Atlanta. Ida y vuelta desde 928 euros.

» Aerolíneas (www.aerolineas.com) vuela de Buenos Aires a Ushuaia desde 380 euros, ida y vuelta.

Dormir

» Las Hayas (29 01 43 07 10/8; www.lashayashotel.com). Ushuaia. Habitación doble, 178 euros.

Información

» Instituto fueguino de turismo (www.tierradelfuego.org.ar).

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