Los controladores tienen en vilo al turismo de Alicante

Las organizaciones empresariales alicantinas salieron ayer en tromba para alertar del grave perjuicio que tendría para la economía alicantina una huelga de controladores. La patronal Coepa y la Cámara de Comercio emitieron sendos comunicados en los que urgían a las partes implicadas en la negociación a encontrar una solución al conflicto, y explicaban que el mero anuncio de la huelga está afectando de forma negativa al sector turístico y al interés general.

Coepa defendió que el turismo es uno de los motores reales de la economía nacional y, en este caso, de la provincial. Pero además, el sector se encuentra en plena campaña estival. Agosto es la columna vertebral de la campaña turística y cualquier alteración de la evolución normal de la campaña daña especialmente al sector, más aún en años de crisis como el actual, cuando las expectativas están especialmente depositadas en este mes.

Pero la Cámara dejó claro que el anuncio de huelga perjudica no solo al turismo, sino a toda la economía de la provincia de Alicante. La entidad que preside Enrique Garrigós pidió "sensatez".Aunque tanto la Cámara de Comercio como la patronal Coepa alertaron de que solo el anuncio ya está provocando cancelaciones de reservas en establecimientos turísticos o el desvío de "miles" de turistas hacia otros destinos competidores, el verdadero perjuicio vendría si realmente el anuncio de huelga se concreta en un paro durante el mes de agosto. El presidente de la patronal hotelera de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec), Antoni Mayor, en este sentido, dejó claro ayer por la tarde que "si hubiera huelga haría más daño que el volcán islandés".

La paralización de las operaciones aéreas durante más de una semana el pasado mes de abril en buena parte de Europa golpeó la línea de flotación del turismo. En Benidorm, por ejemplo, la ocupación hotelera durante la segunda quincena de abril cayó en 10 puntos sobre los datos de 2009. La capital del turismo perdió 50.000 pernoctaciones debido al volcán y en líneas generales el sector turístico frenó la tendencia positiva que iba acumulando desde principios de año.

Pero el daño, además de económico, también puede ser de imagen, más difícil de calibrar a corto plazo pero de consecuencias más duraderas. La Cámara de Comercio, en este sentido, recordó en su nota que Benidorm perdió hace décadas "para siempre" el mercado alemán porque durante un verano hubo que abastecer la ciudad con camiones-cuba. "Nuestros visitantes tienen las suficientes alternativas como para modificar inmediatamente sus planes si no tienen clara la conexión aérea", esgrimió la entidad a renglón seguido.

Las organizaciones empresariales alicantinas no ahorraron adjetivos a la hora de referirse a la huelga que plantean los controladores. "Peligrosísima" y "desproporcionada" fueron dos de ellos. El pronunciamiento de los representantes empresariales se produjo al mismo tiempo que otros colectivos, como la Mesa de Turismo desde Madrid, exigían a los controladores que pusieran fin al anuncio de huelga. "Tiempo habrá, si no se llega a un acuerdo, en plantear otro tipo de medidas en meses en los que la situación no sea tan perjudicial para los intereses de todos los españoles", remató Garrigós.

Y es que, cualquier factor negativo puede desequilibrar una campaña turística que aunque está logrando mejorar ligeramente los datos del año anterior, no atraviesa por momentos de bonanza. El pasado julio, la ocupación hotelera de Benidorm mejoró algo menos de un punto los datos del mismo mes del año anterior y ayer Hosbec anunció también que la ocupación hotelera en la Costa Blanca, excluyendo Benidorm, apenas mejoró un 1,1%. Con la espada de Damocles que supone las reservas de última hora, una huelga de controladores dañaría seriamente a los empresarios turísticos, por citar solo los más afectados.