Chaves tiende puentes para cerrar la "brecha" por el fallo del Estatuto

No es hora de reproches, sino de ponerse a trabajar para cerrar heridas y desatascar el Estatuto en la medida de lo posible. Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno, y José Montilla, presidente de la Generalitat, dieron ayer en Barcelona el primer paso para mostrar la voluntad de ambos gobiernos socialistas de "cerrar", en palabras del ministro, "la posible brecha" generada en la sociedad catalana por la sentencia del Estatuto. La reunión no arrojó resultados inmediatos, más allá de la convocatoria para septiembre de la comisión bilateral, que no se reúne desde 2009 pese a que debe hacerlo dos veces al año.

La entrevista fue alentada hace dos semanas por el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, consciente de que debe paliar el malestar generado por el fallo del Tribunal Constitucional. Montilla pidió entonces gestos a Zapatero y ayer, en el Palau de la Generalitat, se vio el primero. "Debemos ser capaces de reconducir, con una apuesta decidida por desarrollar el Estatuto, el mal ambiente que se ha creado", proclamó. Y en la misma línea, Chaves expresó su convencimiento de que el despliegue del texto es bueno tanto para la sociedad catalana como para el resto de España.

ERC califica de "falla" la distancia actual entre Cataluña y el resto de España

Montilla dijo en La Moncloa, tras reunirse con Zapatero, que era el momento de "hablar de política" más que de cuestiones concretas. Ayer no repitió esa fórmula, pero las dos partes fueron tan prudentes que apenas quisieron esbozar las líneas básicas de su negociación. En una comparecencia conjunta -en Madrid, la vicepresidenta Teresa de la Vega y el presidente catalán lo hicieron por separado-, Montilla y Chaves coincidieron en afirmar que la entrevista se celebró de forma "cordial" y "provechosa", y destinada a marcar una hoja de ruta.

La negociación tendrá dos frentes: por una parte, para traspasar las siete competencias ahora pendientes (becas, ordenación del sector pesquero y trenes regionales, entre otras), y por otra, para impulsar cambios legislativos en algunas leyes para rescatar asuntos mermados tras la sentencia. "Tenemos nueve vías de negociación abiertas", aclaró Chaves. Montilla sugirió la posibilidad de reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial para descentralizar los órganos de la justicia, aunque avisó que difícilmente se consumará una modificación en "tiempo récord".

Con las elecciones en el horizonte, Montilla necesitará exhibir antes de la cita en las urnas algún avance ante su desencantado electorado. El PSC, con sus complicados equilibrios en la defensa del Estatuto, está pagando el resultado de la sentencia y, según los sondeos, ahora obtendría los peores resultados de su historia. En su calidad de presidente del PSOE, Chaves hizo un guiño a su paisano asegurándole que estarán con el PSC en todo lo que necesite: "Estamos muy confiados en las posibilidades del PSC y en que Montilla vuelva a presidir la Generalitat".

Pese al gesto del ministro, Montilla, que se expresó todo el tiempo en catalán, se guardó un as en la manga y señaló que cuando acaben las conversaciones dirá si se siente o no satisfecho con el proceso. Todo indica que hay algo que no logrará: el tripartito apuesta por obtener la gestión de todos los aeropuertos catalanes en este mandato y Chaves lo condiciona a la definición del modelo aeroportuario español. "¿Sería un fracaso no asumirlo? El del El Prat se cayó del Estatuto y cuando acabe la legislatura será el momento de hacer valoraciones", señaló el presidente.

Los socios de Montilla, ERC e ICV, observaron con escepticismo la negociación. ERC puntualizó a Chaves: "Más que una brecha, lo que separa a Cataluña y España es una falla". Iniciativa, por su parte, lamentó la falta de propuestas concretas del ministro: "Esperamos que en septiembre tengan los deberes hechos", dijo la diputada Laia Ortiz. Artur Mas, líder de CiU, fue categórico y recordó que muchos elementos del Estatuto son ya "irrecuperables".