Atraco a mediodía en Tirso de Molina

Plaza de Tirso de Molina, en el distrito de Centro. Dos y media de la tarde. Una zona muy concurrida. Dos hombres no paran de mirar de un lado para otro. Se fijan en todo el que entra en la plaza y, sobre todo, lo que llevan en bolsas y paquetes. Desde turistas hasta residentes de la zona. Van de un lado para otro y se les nota algo nerviosos. Eso hasta que encuentran a su víctima. Se trata de una mujer de 42 años de nacionalidad china, de estatura baja y complexión menuda.

Uno de ellos, el más joven, se acerca por la espalda y, sin mediar palabra, agarra a la mujer del cuello y le retuerce un brazo hasta inmovilizarla. La estampa contra la marquesina de la parada del autobús y le saca una navaja. "La ha dejado casi sin respiración. La pobre mujer no ha podido ni defenderse de lo que se le venía encima", relata un testigo de la escena.

Algunos viandantes empiezan a increpar al atacante. "¡Suéltala! ¡Déjala en paz!", le espetan algunas personas. Otras le insultan. Eso no hace que el ladrón deponga su actitud. El que aparece entonces en escena es su compinche, que también saca una navaja y empieza a amenazar a algunos viandantes, en especial a uno de ellos: "¡No hagas nada! ¡Estate quieto, que te va a ir a mejor!", le chilla al hombre que estaba más cercano a él. "Ha comenzado a balancear la navaja, en actitud amenazante. He preferido dar un paso atrás para protegerme y que no me hiciera nada", cuenta el testigo. Lo que no se esperan los ladrones es la reacción de este hombre: saca una cámara de fotos e inmortaliza el momento con una serie de imágenes que captan casi toda la secuencia de los hechos.

Mientras, el primer atacante se apodera del bolso de la mujer y echa a correr. Se percata de la presencia del testigo que hace fotos, reportero gráfico de profesión. Intenta cubrirse el rostro, pero no lo consigue. En una mano se aprecia a la perfección la navaja y cómo emprende la veloz huida. A su lado, aparece en la escena el cómplice, que también sale corriendo en dirección al cercano barrio de Lavapiés. Allí se escabullen los dos, para pasar inadvertidos tras el delito que acaban de cometer a plena luz del día.

La Brigada de Policía Judicial de Centro iniciará una investigación a partir de las fotografías publicadas por este diario.

"Hemos llamado a la policía y, cuando han venido, ya no estaban por la zona. La mujer lo ha pasado mal. Ha estado un buen rato sin poder casi respirar del susto y de la forma en que la han enganchado para dejarla inconsciente", explicó el fotógrafo.

"Lo que más rabia da es que hacía una hora la policía había montado un control en la zona y que, en el momento crítico, no había ni un solo agente. Mi compañera y yo, que llevábamos bastante tiempo en la plaza, nos hemos dado cuenta de que estos dos hombres, al estar tanto tiempo por el lugar y por la forma que miraban, no iban a hacer nada bueno", añadió el reportero.