El recorte de subvenciones afectará a casi todos los parques eólicos

El sector eólico gallego gira a golpe de sobresalto. La misma semana en que se cerraba la convocatoria de 2.325 nuevos megavatios a adjudicar por parte de la Xunta, llegaba a manos de los principales operadores y a distintas administraciones y organismos públicos el borrador de real decreto que prepara el Ministerio de Industria para poner coto al exceso de primas a las renovables. El texto plantea recortes de hasta el 35% para determinados parques impulsados a partir de 2007, pero asesta un duro golpe a la energía eólica gallega al introducir limitaciones de horas de funcionamiento, incidiendo de lleno en los aerogeneradores más rentables e instalados en áreas de mayor producción.

La limitación afecta tanto a parques nuevos como a los ya instalados

Los recortes llegan al 35% para las zonas con más viento

Galicia se llevará una de las peores partes del freno impuesto a los excesos de la industria eólica. A la anunciada revisión de las primas, fruto de los acuerdos alcanzados entre PSOE y PP a principios de mes para rebajar la factura eléctrica, se suma ahora una limitación de las subvenciones en función de un techo de horas de viento al año. El borrador de real decreto enviado por el Ministerio de Industria a la Comisión Nacional de la Energía plantea limitar la producción primada a partir de una media de 2.350 horas de viento al año. Industria introduce novedades sobre las ya previstas al establecer los límites de horas en función de cada parque, "considerando la energía efectivamente inyectada a la red en el conjunto del sistema eléctrico", pero "estableciendo el cálculo de horas por cada planta".

Desde el Ministerio de Industria aclaran que los techos de horas se fijarán tanto para los parques de nueva instalación como para los que ya están en funcionamiento. Esta medida afectaría a la práctica totalidad de los parques instalados en Galicia y a los de la nueva convocatoria lanzada por el departamento de Javier Guerra. De hecho, según datos de la patronal eólica EGA, los mejores emplazamientos eólicos ocupados en España registran una media de funcionamiento de 2.530 horas equivalentes anuales, pero ese valor se dispara hasta las 3.000 horas en determinadas áreas de comunidades como Galicia, Cantabria, Aragón y algunos puntos de Andalucía, entre otras.

En la comunidad gallega, la media se sitúa en 2.830 horas de aprovechamiento al año, si bien muchos parques ya instalados superan las 3.000 horas de generación efectiva, de acuerdo con la patronal eólica. Según datos del sector, de los 4.000 megavatios instalados actualmente en la comunidad gallega, solamente unos 200 megavatios contabilizan registros de producción medios inferiores al techo planteado en el borrador.

La propuesta, que preocupa especialmente en las comunidades con un mayor recurso eólico y de la que la Consellería de Economía e Industria asegura no tener constancia todavía, establece que las instalaciones que hayan superado la barrera de las 2.589 horas equivalentes al año "deberán devolver las cantidades percibidas adicionalmente, en concepto de prima, en el plazo máximo de tres meses desde que sean requeridas por la Comisión Nacional de la Energía".

El real decreto establece también que será dicho organismo quien se encargue de diseñar "la metodología de cómputo de las horas de funcionamiento y el procedimiento de devolución de las cantidades percibidas por encima de las horas equivalentes de referencia", que contempla además una liquidación "en el mes de marzo del año posterior al de cómputo". Al dejar de estar primada, esa producción pasaría a venderse en el pool (subastas), sin ningún tipo de ayudas. Son los diferentes sistemas de contabilización, -por período de liquidación de las ayudas- los que establecen la necesidad de su devolución, al margen de que esa energía llegue a la red.

Implícitamente, el ministerio también manda un aviso a la Xunta. El real decreto regula los denominados parques experimentales, que en Galicia impulsa la Consellería de Economía a través de otro decreto que avanzó el director general, Ángel Bernardo Tahoces, hace escasas semanas. Frente a las tesis de la Administración gallega, que se inclina por desarrollar esa energía experimental para que explotaciones agrarias, puertos y otras empresas el Ministerio de Industria circunscribe el desarrollo de esta alternativa a proyectos de I+D.