Zapatero rechaza posiciones "numantinas y fundamentalistas"

Las posiciones actuales están ya claras en relación con la candidatura del secretario general del PSM, Tomás Gómez, a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Para completar el cuadro faltaba una palabra, un gesto, del presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y ya se ha producido. "No comprendo posiciones numantinas y fundamentalistas". Esta frase de Zapatero es todo un pronunciamiento después de que Gómez, respaldado por una amplísima mayoría en su organización, haya rechazado atender la reflexión que le propuso el pasado 15 de julio el presidente del PSOE, Manuel Chaves, sobre la idoneidad de su candidatura, habida cuenta del escaso éxito en las encuestas. Lo cierto es que todos los que escucharon ayer en la Ejecutiva Federal a Zapatero no albergan duda de que la negativa de Gómez a tratar sobre si puede haber un candidato con más posibilidades que él, frente a la presidenta Esperanza Aguirre, sin necesidad de primarias, no le agrada en absoluto.

Blanco plantea la necesidad de incidir en Andalucía, Cataluña y Madrid

El presidente precisa que su ejecutiva no es intervencionista

A pesar del revuelo del fin de semana, pocos minutos ocupó en la reunión este asunto, que sacó la portavoz de los socialistas en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, muy cercana al secretario general de los socialistas madrileños. Menéndez aseguró que el partido en Madrid no quiere enfrentamientos ni conflictos internos, y menos con la federal. "No queremos enfrentarnos con Ferraz porque nos sentimos Ferraz", apostilló la dirigente madrileña, miembro de la dirección federal. Ahora bien, también fue clara al señalar que la mayoría de la organización quiere que Tomás Gómez sea el candidato y, por tanto, hará todo lo que sea necesario para serlo.

De sus palabras, miembros de la ejecutiva extrajeron la conclusión sin duda de que si hace falta se irá a un proceso de primarias con quien quiera competir. El tono de Maru Menéndez "fue como siempre en ella, muy correcta pero muy clara". Las fuentes informantes recuerdan que esta dirigente goza de gran consideración en la cúpula del PSOE. Quizá por eso Zapatero también fue muy amable en las formas pero rotundo en sus consideraciones.

El líder del PSOE respondió con una reflexión general. De entrada, señaló que su ejecutiva es "muy poco intervencionista", dado que respeta escrupulosamente los procedimientos de las federaciones. También dijo que son las propias federaciones las que a veces piden la intervención del máximo órgano federal y, otras, que no lo haga. Este es el caso de Madrid, aunque ayer en la ejecutiva regional algunas voces invocaron a la federal como la voz última y definitiva.

En su brevísima aclaración, el presidente introdujo el concepto de "proyecto común", y que en función del mismo se debían adoptar decisiones. En este contexto de sobrentendidos fue cuando el presidente cerró el asunto con su afirmación de que no comprende "posiciones numantinas y fundamentalistas".

Nadie más se pronunció directamente aunque algunos tomaron muy en cuenta la intervención del vicesecretario general, José Blanco. Este habló de la necesidad de volcarse en tres comunidades: Andalucía, Cataluña y Madrid. A su juicio, es imprescindible el apoyo de los ciudadanos en estas comunidades, no solo pensando en sus respectivas elecciones sino en las generales.

A este respecto, la secretaria de Organización, Leire Pajín, señaló que la dirección federal "opinará como ha hecho siempre" sobre los candidatos madrileños, pero aún no ha llegado el momento. El procedimiento culminará a finales de septiembre o primeros de octubre, si hay primarias. A lo largo de agosto se producirán los movimientos necesarios de la dirección federal para que no haya primarias. En el sondeo de Chaves nunca estuvo presente un pulso. Ahora no hay decisión tomada. Oficiosamente se mantiene el nombre de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.