Gómez y los teros
Tomás Gómez fue promocionado (a) y elegido (como) secretario general del PSM porque era un político joven, pero bregado en una Alcaldía difícil como ha sido siempre la de Parla, ciudad que ha disfrutado de un largo periodo con alcaldes socialistas y de cuyos magníficos resultados -que se deben en buena parte a los mandatos de Gómez- puede dar fe cualquier parleño (o foráneo) que conozca y compare lo que era aquella ciudad "antes" y lo que es "después". Pues bien, todos los socialistas entendimos que la secretaría general era la antesala de su candidatura para la presidencia de la Comunidad de Madrid... y, sin que él sea responsable de ningún desastre, ahora viene este lío que llega en paracaídas desde "las alturas".
¿Y por qué? ¿Porque las encuestas dan malos resultados? ¿Y a qué socialista le dan buenos resultados las encuestas con lo que está cayendo sobre la política española? En tales condiciones, se trata de trabajar para que cambie esa tendencia, no de conspirar para agrandar el pozo.
Nadie ignora, además, que las encuestas -y más si son solicitadas por los partidos- dan los resultados que le convienen a quien las encarga y las paga. En cualquier caso, aquellos que no desean ver a Tomás Gómez como candidato deberían ya destapar a su "tapado", porque si quieren desplazar al secretario general tendrán que presentarse contra él en unas elecciones primarias... y queda poco tiempo. Pero en tal desembarco ha de pesar la mala experiencia que ya vino de la mano de otros "tapados". Por eso me malicio que esta vez no hay "tapado". Lo más probable es que los enemigos de Gómez estén haciendo como los teros ("que en un lao pegan los gritos y en otro ponen los huevos").
Entonces, ¿qué quieren? Pues alcanzar dos objetivos, de los cuales los promotores de esta movida, ocultos entre las sombras, no desean hablar.
El primero: colocar en las listas de la Comunidad y del Ayuntamiento al mayor número de sus parciales y, ya se sabe, con un líder cuestionado se negocia en mejores condiciones... y poco les importa que ese desgaste -provocado desde dentro- no beneficie al PSOE y sí a sus adversarios.
El segundo objetivo tiene que ver, creo yo, con José Blanco -"la mano que mece la cuna" en la que se quiere meter por la fuerza a Tomás Gómez- y con sus objetivos estratégicos, que no son otros que colocar a sus amigos al frente de cuantas más federaciones mejor... pues "no está el mañana en el ayer escrito".
No es la primera vez -yo lo sé muy bien- que se propician "desde arriba" estos movimientos desestabilizadores y suicidas. Se propician, sí, pero sin dar la cara... y si luego las cosas van mal se echa la culpa al empedrado.
Para concluir, me atreveré a darle un consejo al secretario general. Es éste: durante los próximos días ha de tener muy presente una sentencia latinoamericana que dice así: "Al que se afloja lo afligen y al que se aflige lo aflojan". Pues eso.
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