Fidel Castro reaparece vestido de verde olivo
El resurgimiento del líder cubano desata especulaciones sobre el reparto del poder
"¡La hostia!". Fue la primera reacción, a bote pronto, de un diplomático europeo al saber que Fidel Castro había vuelto a vestirse de verde olivo, en vísperas del 57º aniversario del asalto al Cuartel Moncada. No hubo más comentarios. Ni a favor, ni en contra. La exclamación del funcionario fue un modo suave de manifestar su sorpresa y viva impresión por la sexta aparición pública del líder comunista en menos de tres semanas, tras cuatro años de ausencia debido a una grave enfermedad. En realidad, lo llamativo esta vez no fue la reaparición del ex mandatario, sino el símbolo de la prenda que usó: "Su camisa verde olivo de mil batallas", se apresuró a destacar la prensa oficial.
"No te ciegues: está de regreso", dice un profesor que creía que Raúl mandaba
Castro volvió a las calles el sábado. Y lo hizo para visitar el pueblo de Artemisa, unos 50 kilómetros al oeste de La Habana, donde rindió tributo en un mausoleo a un grupo de combatientes que le acompañaron en el asalto al Moncada, en 1953. Aquella acción marcó el inicio de la lucha armada de Castro y es la fecha patriótica más importante del calendario revolucionario, por eso su regreso de verde olivo, coincidiendo con estas celebraciones, provocó una cascada de especulaciones.
"Oye, no te ciegues: está de regreso", comentó un profesor que hasta hace nada aseguraba que Raúl Castro estaba "al mando". Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, opinó que "al aparecer de este modo está diciendo: aquí estoy yo, y mando. Por si a alguien se le había olvidado". Algunos -una minoría- creen que "no es para tanto", y otros se lo toman con sentido del humor. "Dios aprieta pero no ahoga; llevaba pantalones azules", matizó el diplomático del principio.
Castro no usó en Artemisa sus grados de "comandante". Pero es cierto que no se ponía una camisa militar desde el 26 de julio de 2006, día en que pronunció su último discurso en Holguín. Después de aquella conmemoración tuvo que ser operado y delegó todos sus poderes en su hermano Raúl, excepto el cargo de primer secretario del Partido Comunista. "Una cosa es real: Fidel va a más", asegura un veterano analista. "Primero se apareció en dos centros de investigación, luego en el acuario, después ante 100 embajadores y ahora esto...".
Todo esto ocurre cuando está en marcha un proceso de excarcelación de presos políticos y se esperan reformas económicas en los próximos meses. Algunas podrían anunciarse hoy mismo por Raúl Castro, durante el acto por el 57º aniversario del asalto al Moncada, al que está invitado el mandatario venezolano Hugo Chávez. La gran pregunta es si el regreso de Fidel puede interpretarse como respaldo, o todo lo contrario. O si simplemente se trata de que el viejo líder, a punto de cumplir 84 años, se siente mejor y va por libre.
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