Los presos por seguridad vial se multiplican por 10 desde 2006 y sobrepasan los 1.000

Hay ya más de mil presos en España cuyo delito principal era contra la seguridad vial. Son, en total, 1.118 -988 en el territorio gestionado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, según datos de junio, y 130 en Cataluña, con competencias propias en esta materia-. La cifra se ha multiplicado casi por 10 desde 2006 (cuando hubo 124 reclusos), el año anterior a que se reformara el Código Penal para convertir en delitos castigados con prisión conductas que antes eran infracciones administrativas.

El 35% de los presos está encarcelado por conducir sin carné, el 28,3% por hacerlo bajo la influencia de alcohol o drogas y el 24% por conducción temeraria. El fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, explicó ayer en rueda de prensa que los jueces suelen acordar la prisión en los casos de reincidencia, cuando hay varias condenas firmes en cortos periodos de tiempo.

No solo ha aumentado el número de presos. La sanción de trabajos en beneficio de la comunidad -que se impone aproximadamente en el 80% de las condenas por seguridad vial- se ha cuadriplicado en un año: se dictaron 130.000 condenas con esta pena en 2009 mientras que en 2008 habían sido 33.000.

Vargas explicó también cómo se aplicará a partir de diciembre, cuando entre en vigor la reforma del Código Penal ya aprobada, la nueva medida del comiso de vehículos -que dijo que podría utilizarse como sustituta de la prisión en algunos casos-.

Se podrá quitar el coche al conductor infractor en cualquier delito contra la seguridad vial. Para solicitar la medida, los fiscales tendrán en cuenta si el conductor es reincidente y si ha manipulado el coche para vulnerar la normativa de Tráfico. Usar inhibidores de radares, ocultar la matrícula con un spray o trucar el tacógrafo del coche serán causas objetivas para hacerlo. Se valorará si el coche es necesario para el trabajo de conductor, la incidencia en el ámbito familiar o si este tiene una situación económica complicada. "No se va a decomisar de forma indiscriminada", dijo Vargas.

El fiscal animó a los conductores a denunciar, en los casos más graves, a los "acosadores" de la carretera, los conductores que se pegan al coche de delante para presionar, que adelantan con gestos "hostiles" o persiguen a otros vehículos. Se castigará como conducción temeraria, con prisión de seis meses a dos años.