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Reportaje:

Los Macri, frente a frente

Un embrollo judicial enfrenta al alcalde de Buenos Aires con su padre

Soledad Gallego-Díaz

Mauricio Macri, intendente de Buenos Aires y eventual candidato presidencial para 2011, no apelará la orden del Tribunal Federal de proseguir con su procesamiento por un posible delito de escuchas ilegales y ha solicitado, por el contrario, que el juicio se realice lo más rápidamente posible. Mientras, se niega a dimitir como exigen los kirchneristas y algunos grupos de oposición.

Una condena acabaría con su carrera política y podría llevarle a la cárcel. Macri, de 51 años, es dirigente de Propuesta Republicana y formó parte de la alianza que arrebató la mayoría al matrimonio Kirchner en las legislativas de 2009. El alcalde porteño se enfrenta además a la creación de una comisión de investigación en el Parlamento local, promovida con el apoyo de sus antiguos aliados radicales.

El alcalde de Buenos Aires atraviesa una situación complicada, que tiene elementos de drama personal porque en la pelea ha irrumpido su padre, el millonario Franco Macri, pero no para ponerse de su lado -aunque asegura que su hijo es inocente- sino para defender a los Kirchner, a quienes Mauricio Macri achaca la responsabilidad de su procesamiento. "Estoy seguro de que el Gobierno no tiene nada que ver", aseguró el patriarca familiar, a su regreso de un viaje a China, acompañando a la presidenta Cristina Fernández. "Me siento muy dolido por lo que ha dicho mi padre", se lamentó Mauricio Macri. "Las elecciones de 2011 se encaran en un escenario que recuerda los best sellers y el cine de Hollywood", escribe la ensayista Beatriz Sarlo. "Un drama de sucesión, en todos los sentidos de la palabra: la sucesión familiar y empresarial de Franco Macri, la sucesión política de Néstor Kirchner. Ninguno de los dos, en verdad, quiere ver de cerca la sombra de un sucesor".

Las relaciones entre los Macri han sido siempre conflictivas. No se entienden, y el alcalde ha intentado despegarse de la imagen de hombre extremadamente duro del creador del imperio. De hecho, buena parte de su crédito político lo consiguió fuera de su entorno, como presidente del Boca Juniors.

Para unos, a Franco Macri le importan mucho más los negocios que su hijo; para otros, se trata de una maniobra para echar humo sobre una situación en la que los dos, padre e hijo, han cometido ilegalidades. De hecho, entre las escuchas que supuestamente organizó Jorge Palacios -nombrado jefe de la policía local por Mauricio Macri- figura uno de los personajes que más odia su padre: Néstor Leonardo, un parapsicólogo casado con su hija Sandra. Finalmente, hay quienes apoyan a Mauricio Macri y creen que todo tiene un trasfondo político. El hecho de que en el caso figure implicado un agente de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado), aumenta las apuestas a favor de la conspiración. En Argentina no hay empresario, político o periodista que no crea estar sometido a la estrecha vigilancia de la SIDE.

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