La dimisión de otro líder de la CDU agrava la crisis de Merkel

El alcalde-gobernador de Hamburgo, el democristiano Ole von Beust, dimitió ayer de su cargo. Es el sexto primer ministro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que deja un Gobierno regional en los últimos 12 meses, lo que supone un nuevo revés para el partido de la canciller Angela Merkel. Beust presidía desde 2001 el Gobierno de Hamburgo, uno de los 16 länder alemanes. En 2008, fue el primer democristiano en pactar un Gobierno regional con Los Verdes. La inédita coalición entre los democristianos y el otrora contestatario partido Verde sobrevivirá a la dimisión del alcalde. Christoph Ahlhaus (CDU), actual senador (ministro) de Interior en Hamburgo, se perfilaba ayer como sucesor de Beust.

Von Beust justifica su abandono alegando "motivos personales"

Angela Merkel conocía los planes de Beust, que justificó su dimisión por "motivos personales". Dejará el cargo a finales de agosto. Con él, la canciller pierde a un aliado centrista en la CDU que encontraba apoyos entre los votantes de izquierda liberal. Su dimisión pone en un serio aprieto a la CDU de Hamburgo y supone otro contratiempo para los democristianos.

Primero tuvo que irse el primer ministro de Turingia, Dieter Althaus, tras perder la mayoría absoluta regional en otoño. A la Comisión Europea se fue en febrero el primer ministro de Baden-Würtemberg, Günther Oettinger. Eran momentos poco dramáticos para la CDU, que acababa de resultar reelegida en las generales de septiembre.

Pero tras la crisis del euro y la derrota electoral de Renania del Norte-Westfalia el pasado mayo, la dimisión del presidente federal Horst Köhler supuso un tercer golpe grave para la canciller. Con Renania del Norte-Westfalia, Merkel perdió además su mayoría en la Cámara alta legislativa (Bundesrat). También en mayo dimitió el halcón Roland Koch de su cargo de primer ministro en Hesse. Otro barón regional, el primer ministro de Baja Sajonia Christian Wulff, dejó su puesto para asumir la presidencia federal en una accidentada votación que confirmó los problemas de liderazgo de Merkel. Ole von Beust es el sexto líder regional y el séptimo peso pesado democristiano que deja su cargo desde hace un año.

El caso de Beust, de 55 años, es tan grave como los de Köhler y Koch: por lo inesperado, por lo innecesario y por lo difícil de explicar. Los tres suenan a abandono y dejan a Merkel visiblemente sola en su puente de mando.

Tras décadas de preponderancia socialdemócrata en Hamburgo, Beust empezó a gobernar en 2001 con una polémica coalición con un partido regional derechista y populista. Dos años después, salió airoso de un intento de chantaje por parte de sus socios de Gobierno, que lo amenazaron con publicar un supuesto escándalo homosexual. El barón Von Beust salió reforzado de aquel escándalo regional y resultó reelegido con mayoría absoluta en 2004. En 2008, fue pionero en forjar una alianza CDU-Verdes. Abrió la puerta a una combinación política con gran futuro en el nuevo mapa electoral alemán, compuesto desde hace tres años por cinco partidos políticos de implantación nacional.