Telefónica y PT apuran el plazo para intentar llegar a un pacto sobre Vivo

Telefónica tendrá que esperar hasta el último momento para ver si cumple su sueño de hacerse con el 30% de Vivo en manos de Portugal Telecom. Nadie podía pensar que pagando una cantidad tan considerable -7.150 millones- la multinacional española iba a sufrir tanto. Pero el caso es que la reunión semanal del consejo de Portugal Telecom terminó ayer sin ningún pronunciamiento sobre la oferta de Telefónica, que expira esta medianoche.

Hoy se reanuda esa reunión con el mismo tema encima de la mesa. No será fácil. El consejo trata de buscar una solución salomónica que contente a ambas partes. Por una parte, a sus accionistas, que votaron a favor de la propuesta en la junta general que tuvo lugar el 30 de junio mayoritariamente (41% del capital, lo que supuso un 74% de los votos que no se abstuvieron en la junta). Por otra parte, al Gobierno portugués, que ejerció la acción de oro en esa junta para vetar la operación.

Lisboa no puede aplicar la 'acción de oro', según informes de PT

En la búsqueda de esa solución, el consejo estudió ayer los informes legales solicitados después de la junta general sobre la idoneidad de emplear la acción de oro. Según fuentes citadas por varios diarios portugueses como Jornal de Notícias, dichos informes señalan que el Ejecutivo luso no tenía potestad para aplicar este mecanismo. Los juristas creen que los estatutos de la compañía no incluyen la venta de activos entre los asuntos sujetos al veto, a menos que se haya establecido así previamente, cosa que no ha ocurrido. Asimismo, los expertos consideran que basta el acuerdo del consejo, sin convocar a la junta, para cerrar la operación. Pero la prensa lusa también señala que es muy difícil que el consejo se atreva a enfrentarse abiertamente con el Gobierno luso, por lo que la solución podría pasar porque Telefónica variara su última oferta y suavizara la oposición del Ejecutivo de José Sócrates.

La otra alternativa es que Telefónica opte por la vía legal. La operadora ya advirtió una semana antes de la celebración de la Junta que estaba dispuesta a provocar la disolución de Brasilcel, la sociedad holandesa a través de la cual mantienen PT y la española el 60% del capital de Vivo. Y ahora podría cumplir con esa amenaza.

Entretanto, las acciones de PT siguen registrando los rumores como noticias. Ayer subieron al comienzo de la sesión un 5% ante las especulaciones que apuntaban a un acuerdo en el consejo, pero retrocedieron hasta un alza del 1,3% por ciento cuando Telefónica indicó que no tenía constancia de tal acuerdo.