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Kylie y el duro oficio del divismo

La cantante australiana clausura la marcha del Orgullo

Son las cosas de las divas: se hacen de rogar. Y las cosas de los seguidores de las divas: aguantan toda la mecha que sea necesaria. El proceso resulta agotador, durísimo; pero cuando confluyen las voluntades de la una y los deseos de los otros surgen la catarsis, los suspiros y la pasión. Hubo que esperar ayer hasta bastante después de la medianoche para que la multitud en la plaza de España pudiera bailotear All the lovers, el sencillo de Kylie Minogue que anuncia ese Aphrodite que llegará a las tiendas este mismo martes. Y que tendrá, seguro, más de un comprador entre quienes participaron ayer en el jolgorio del Orgullo.

Kylie ya había protagonizado su primer momento divino de la jornada a la hora de comer, cuando tenía cita con la ministra Bibiana Aído. La cosa no funcionó del todo: Aído no pudo volar desde Barcelona y la sustituyó la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, con un diámetro de pendientes solo al alcance de mujeres muy corajudas. Jiménez debía entregar a la cantante una escultura de Carlos Muela en reconocimiento por su compromiso con la causa LGTB, pero a Kylie se le fue la mano con el remoloneo. Y tras una espera de casi tres cuartos de hora, los fotógrafos agarraron los cachivaches y se marcharon. Cuando Minogue hizo por fin acto de presencia, a las 14.55, solo quedaban unos pocos plumillas intentando sacarle partido a las (raquíticas) prestaciones fotográficas de los iPhones. La comparecencia se prolongó durante la friolera de cuatro minutos.

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Orgullo entre los goles

Primera constatación: al natural, y pese a los taconazos, la intérprete de I should be so lucky es más chiquitina de lo que reflejan sus vídeos. Sabemos también que el modelo, negro y ceñido, era de Dolce&Gabbana: un periodista más ducho en la materia que el arriba firmante lo corroboró con la propia interesada. Kylie sonrió profusamente y tuvo tiempo de firmar dos ejemplares de sus discos, grabar saludos para varios programas televisivos y apuntar lo que se esperaba de ella: "Quiero felicitar a España por su ley de matrimonios homosexuales. Este colectivo supone una constante fuente de inspiración y me encanta ser testigo de estos cambios sociales. Allá donde vaya, os llevaré siempre en mi corazón".

Kylie Minogue, mientras cantaba la canción <i>All the lovers</i> en la plaza de España.
Kylie Minogue, mientras cantaba la canción All the lovers en la plaza de España.CRISTÓBAL MANUEL
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