Recuerdo de arena para Enric Miralles
Benedetta Tagliabue convoca a amigos del arquitecto en el parque Diagonal Mar
Un pic-nic amenizado con música en directo y la realización en vivo de una obra por el artista Jorge Rodríguez-Gerada. Estas fueron las actividades principales que se llevaron a cabo ayer en el parque de Diagonal Mar para conmemorar el décimo aniversario de la muerte del arquitecto barcelonés Enric Miralles, artífice, entre otros, de este mismo parque, el Parlamento escocés, el mercado de Santa Caterina y el edificio de Gas Natural. El acto, que se prolongó durante toda la jornada, fue organizado por Benedetta Tagliabue, mujer y compañera de estudio de arquitectura durante los últimos años de vida de Miralles. "Una vez fuimos al entierro de un amigo", explica Tagliabue, "y Enric me comentó que la ceremonia había sido muy triste. Me dijo que tendría haber sido como en los funerales palestinos, que llevan la cara de sus muertos en pancartas y fotos enormes. Por eso, al planificar este homenaje, quería que estuviese presente su rostro, y pensé en Jorge Rodríguez-Gerada, ya que su trabajo tiene mucho que ver con ello". El artista realizó desde primera hora de la mañana una obra formada por un gran laberinto de setos, cuyo recorrido emulaba las formas de las principales obras del legado de Miralles. El trabajo pudo seguirse en directo a través de internet. En su centro se esparció arena de dos colores con la que se dibujó el rostro del arquitecto y, al finalizar, se destruyó y se repartieron entre los asistentes botes de cristal con la arena con la que se había dibujado su cara. "Es un trabajo al estilo de los mandalas tibetanos", explica Rodríguez-Gerada, "dibujos que realizas con cuidado para después deshacerlos. Me pareció muy poético hacer una obra efímera así".
El Palau Robert exhibe el proyecto del pabellón de España en Shanghai
A la fiesta acudieron familiares, amigos y simples seguidores de Enric Miralles. "Fui a una conferencia que dio Miralles cuando yo aún estaba estudiando", comenta Isabel Zaragoza, "le pedí si podía trabajar con él y aceptó. Colaboré, por ejemplo, en la realización de las maquetas para este parque, obra que tristemente no pudo ver finalizada". "Fue mi profesor en 1978 y recuerdo que decía que hay que trabajar incansablemente, hasta en sueños", explica Jesús Esquinas, otro de los asistentes al homenaje.
Desde la muerte de Miralles, que falleció a la temprana edad de 45 años, Benedetta Tagliabue está al frente del estudio de arquitectura que ambos dirigían, concluyendo sus proyectos y realizando obras tan ambiciosas como el pabellón de España en la Exposición Universal de Shanghai.
Precisamente este espectacular proyecto protagoniza estos días una exposición en el Palau Robert de Barcelona. Xangai 2010. Benedetta Tagliabue. EMBT, abierta hasta 19 de septiembre, recorre el proceso de realización de la compleja estructura de formas sinuosas que ha sido construida mediante hierro y más de 8.000 paneles de mimbre de distintas texturas y colores, elaborados por trabajadores chinos en solo dos meses. "Un material", explica Tagliabue, "de gran tradición en la cultura española y china, que hace que el edificio parezca un bosque que huele de manera diferente cada día y al que la naturaleza irá dotando de color conforme se desgaste el mimbre". En la fachada del Palau Robert se ha instalado a modo de muestra una de estas piezas para que los visitantes puedan descubrir in situ cómo luce a tamaño real este pabellón que en Shanghai ya han visitado dos millones de personas. La arquitecta afirma que están en marcha las negociaciones para conseguir que el edificio no se destruya después del 30 de septiembre, fecha de clausura de la Expo.
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