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Portugal desafía a la UE y a España al vetar la venta de Vivo a Telefónica

Lisboa echa mano de la 'acción de oro', ilegal en Europa - Los accionistas de PT habían votado a favor de la operación

El Estado portugués vetó ayer la venta de la operadora Vivo a Telefónica en una arriesgada maniobra que enturbia las relaciones bilaterales entre los dos países y desafía las reglas básicas de la UE. Los accionistas de Portugal Telecom (PT), propietaria de Vivo, habían aprobado la venta por la mañana por amplia mayoría (73,9%), pero Lisboa, que siempre se opuso a la operación, ejerció su acción de oro pese a que Bruselas considera ilegal ese poder político especial de veto. El Gobierno portugués alegó "intereses nacionales" para impedir la venta, considerada estratégica por Telefónica para su negocio de telefonía móvil en Brasil.

La vicepresidenta de la Comisión Europea Neelie Kroes dio un aviso a Portugal por utilizar esas "medidas proteccionistas y nacionalistas" en un mercado único. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, dijo que es "una decisión soberana" del Gobierno portugués. Telefónica y PT buscan ahora la vía para cerrar la operación antes del 16 de julio, a la espera de que el Tribunal de la UE dicte sentencia sobre esa acción de oro.

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