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Chacón anuncia que el Gómez Ulla atenderá a 112.000 civiles en octubre

Defensa cobrará a la Consejería de Sanidad por atender los barrios próximos

Elena G. Sevillano

"Yo hasta que no lo vea...", decía ayer una enfermera del Gómez Ulla al tiempo que meneaba la cabeza para subrayar su incredulidad. "Llevamos años pendientes de si el hospital pasa a atender a civiles. Cuántas veces se habrá dicho. Y luego, nada". Apenas media hora antes, la ministra de Defensa, Carme Chacón (de visita en el centro para anunciar que España será pionera en enviar plaquetas congeladas para transfusiones en Afganistán), ponía fecha al tan esperado uso civil del mayor hospital militar de España: "Queremos que, como muy tarde en el mes de octubre, más de 110.000 madrileños tengan acceso" al hospital. Y no únicamente para atender algunas urgencias, operar a pacientes de la lista de espera o aceptar derivaciones de centros públicos saturados, que es lo que sucede ahora. Lo que quiere Defensa es que sea hospital de referencia, es decir, que tenga población asignada y forme parte de la red pública.

Si hay convenio, Sanidad no hará el centro de la cárcel de Carabanchel

Las negociaciones entre Defensa y la Comunidad de Madrid están muy avanzadas, según aseguran ambas partes. La Consejería de Sanidad pagará al ministerio por la atención integral de esos 112.000 habitantes de las zonas de Los Yébenes, Fátima, Puerta Bonita y Los Cármenes. Según fuentes cercanas a las negociaciones, la financiación dependerá de la actividad, que se calculará mediante lo que se conoce como unidad de complejidad hospitalaria (UCH), una unidad de referencia de la actividad que tiene en cuenta la complejidad de los procesos y su volumen (número de altas). El hospital, eso sí, seguirá estando gestionado por Defensa.

El Gómez Ulla cuenta actualmente con 500 camas disponibles -aunque hay capacidad para más de 1.000-, 1.200 profesionales y 19 quirófanos. Una mole de 22 pisos enclavada entre los dos distritos más populosos de la capital, Carabanchel y Latina, que lleva años languideciendo al mismo ritmo que ha disminuido la población militar. Sin apenas pacientes a los que atender, los civiles son el futuro del hospital. Precisamente lo que llevan más de dos décadas reclamando los vecinos de la zona, que recorren entre cinco y siete kilómetros para llegar a sus hospitales de referencia, el Clínico y el 12 de Octubre.

En realidad, el convenio que se está negociando no supone una gran novedad. Defensa y la Comunidad ya firmaron algo parecido en abril de 2007. Una cláusula de aquel acuerdo decía que Sanidad se comprometía a ofertar la "adscripción voluntaria" al hospital a una población de 110.000 habitantes a partir del 1 de enero de 2008. Nunca se cumplió, tal y como denunció el gerente del Gómez Ulla, Ángel Fernández, en la Asamblea de Madrid, pese a que el entonces consejero de Sanidad, Manuel Lamela, llegó a enviar cartas a los vecinos para darles la buena noticia.

Si el acuerdo llega a buen puerto habrá una contrapartida negativa: Sanidad no construirá el hospital que prometió en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel. El consejero, Javier Fernández-Lasquetty, aseguró hace dos semanas que ya "no sería necesario". Y eso pese a que este último iba a atender a unos 250.000 habitantes con 380 camas. La solución del Gómez Ulla es "un parche" para la Asociación de Vecinos de Aluche e "insuficiente" para la Coordinadora de Asociaciones de Carabanchel.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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