Rajoy se muestra aliviado por el fallo y pide "mirar al futuro"

Si hay que atenerse solo a los datos, el PP se ha llevado un varapalo notable con la sentencia del Constitucional. Hay 72 artículos que este partido recurrió y el tribunal deja intactos. Sólo le hace caso en 14, y muy parcialmente. El Estatuto que va a quedar tras la sentencia, por tanto, es muy distinto del que le gustaría al PP. Sin embargo, todos los dirigentes mostraban ayer un enorme grado de satisfacción.

Primero, Soraya Sáenz de Santamaría y Federico Trillo, que ofrecieron a la prensa un análisis detallado del fallo; y después, Mariano Rajoy, que fijó la posición del partido en un acto con el embajador de EE UU y la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, en la Universidad Europea.

El líder del PP valoró que el Constitucional haya retocado cuestiones "muy importantes" en su fallo, pero puso el foco en otro mensaje: "No es momento de excesos. Ahora hay que mirar el futuro con ánimo de concordia para que la clase política y las instituciones puedan ocuparse de los problemas de los españoles y se puedan recuperar los grandes consensos de la Transición, que nunca debieron perderse".

El mensaje de Rajoy y su entorno es claramente de alivio. El análisis político que se hace en el cuartel general de la calle Génova, en Madrid, es claro. El recurso contra el Estatuto, y la campaña de recogida de firmas por toda España, que protagonizó el propio Rajoy, pertenecen a la anterior legislatura, lo que los marianistas llaman el "viejo PP", del que solo quedan en la cúpula el propio Rajoy y Javier Arenas.

El líder de la oposición dio en 2008 un giro a su estrategia de oposición durísima con protestas constantes en la calle. Lo hizo precisamente después de comprobar los pésimos resultados electorales que esa política había provocado, especialmente en Cataluña. Rajoy tiene como prioridad recuperar votos en esa comunidad, siempre aciaga para el PP. Por eso ha evitado siempre que ha podido mencionar el recurso y ayer habló de mirar al futuro.

El PP plantea una campaña para las elecciones catalanas, en la que Rajoy estará muy presente, centrada en la crisis económica, asunto en el que los populares se mueven cómodos. Rajoy mostró en todo momento respeto al Estatuto que sale de la sentencia, a pesar de que este contiene muchas cosas que van en contra de la línea central del discurso del PP. Por ejemplo, mientras este partido pide que el castellano sea lengua vehicular en la enseñanza en toda España, el Estatuto sancionado por el Constitucional mantiene lo contrario.