Estilos
La secuela de nunca acabar
Loca academia de policía (1984), con siete entregas, o Rambo (1982), con cinco, son la prueba proyectable de que secuelas, precuelas y sagas cinematográficas no suponen ninguna novedad. No habría noticia en que a Sexo en Nueva York le haya sucedido este junio Sexo en Nueva York 2, si no fuera porque en cartelera se multiplican los títulos rematados por un dígito.