Los empleados de Metro convocan huelga contra la bajada de sueldos

Los trabajadores de Metro quieren parar la ciudad. Han convocado huelga para el 28 de junio. Hoy votan en asamblea si ratifican esta convocatoria y la extienden hasta el 30. La propuesta de tres días de paros, respaldada por seis sindicatos que representan a la mayoría de los 7.600 empleados, se votará en dos reuniones a lo largo del día.

Con la medida, los empleados de Metro quieren protestar contra el recorte de sueldos para funcionarios que la Comunidad de Madrid amplió a sus empresas y entes públicos (Metro, Mintra, Canal de Isabel II y Telemadrid) tras la huelga de funcionarios del 8 de junio. La reducción será del 5% para la mayoría de los trabajadores y del 8% para altos cargos. "Tiene que afectar a todo el sector público, incluidas las empresas y fundaciones", señaló el consejero de Hacienda, Antonio Beteta. Las demás empresas afectadas solo han previsto concentraciones de protesta frente a la Asamblea de Madrid.

Solo el metro corre el riesgo de pararse por los recortes. A los sindicatos convocantes (de mayor a menor representación: Sindicato de Conductores, CC OO, UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato Libre y Sindicato de Estaciones) les indignan dos cuestiones. La primera: rechazan que se les aplique el recorte salarial porque no son funcionarios. La segunda: otra empresa pública de transportes (la EMT, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, que gestiona el servicio de autobús urbano) no recortará sueldos.

Metro firmó hace poco más de un año su último convenio (2009-2012), que incluye subidas de sueldo lineales para todos los empleados (1.073 euros más este año). Durante la negociación, los sindicatos convocaron paros parciales en las horas punta que fueron ampliamente secundados por la plantilla. Ahora defienden que se respete ese acuerdo. "Ese documento es ley, no pueden saltárselo", señala Teodoro Piñuela, de UGT. "Como cuando hay superávit en Metro no pedimos que rompan el convenio por arriba, ahora que vienen mal dadas no pueden recortarlo por abajo", añade. Representantes sindicales se reunieron ayer con miembros de la dirección de Metro para conocer cómo les afectarán los recortes anunciados.

"El gerente no nos ha sabido explicar cómo nos afectarán las rebajas. Solo nos ha dicho que puede haber variaciones antes de la aprobación definitiva

[del proyecto de ley que fijará el recorte salarial]", explica Ignacio Arribas, de CC OO. El proyecto de ley se aprobará el 28, el día para el que se prevé el primer paro.Entre asambleas -los sindicatos han convocado a los trabajadores hoy en dos turnos de mañana y de tarde-, el consejero delegado de Metro, Ignacio González Velayos, ha convocado a los representantes sindicales para hablar de los paros. La única explicación facilitada ayer por la compañía pública a EL PAÍS sobre recortes y negociaciones fue que consideran "desproporcionada" la respuesta de los trabajadores, según un portavoz de la empresa.

"Alentaremos los paros, no nos vamos a dejar avasallar", añade Vicente Rodríguez, del Sindicato de Conductores. Además de la huelga, han convocado también concentraciones los días 24 y 28 de junio frente a la Asamblea de Madrid, donde se aprobará el proyecto de ley que amplía el recorte de sueldo de los funcionarios a 25.000 trabajadores de empresas públicas y que será efectivo a partir de julio. Las concentraciones contarán también con el respaldo de los sindicatos del Canal de Isabel II, Mintra y Telemadrid.

Si los paros de Metro prosperan, será la segunda protesta que afectará a los madrileños en junio. La huelga indefinida de recogida de basuras para el lunes 21 de junio se mantiene, informa Víctor López. Desde la convocatoria de la semana pasada no ha vuelto a haber ninguna negociación entre los empleados y la empresa concesionaria del servicio, FCC, y los trabajadores están ahora a la espera de que el Ayuntamiento dicte los servicios mínimos. La huelga arranca a las siete de la mañana del lunes. Los sindicatos temen que el recorte del 15% impuesto por el Consistorio madrileño en el contrato con FCC se salde con despidos que podrían afectar a 200 de los 1.600 empleados que se dedican a la recogida de basura en la capital.