Divergencias entre Diputaciones del PNV bloquean la reforma fiscal vasca

Las medidas fiscales para aumentar la recaudación, entre ellas el gravamen a las rentas más altas, dentro del plan de ajuste económico, están en Euskadi pendiente de las diferencias en el seno del PNV y las diputaciones forales bajo su responsabilidad, que son las que tienen las competencias fiscales. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, reunió el jueves en la sede del partido a los máximos mandatarios forales, pero el acuerdo no se produjo y las diputaciones irán a un encuentro con el Gobierno vasco el jueves sin la prometida propuesta conjunta.

El Ejecutivo de Patxi López aprobó ayer y envió al Parlamento para su aprobación urgente, garantizada con los votos del PP, el proyecto de ley que aplicará en Euskadi las medidas de ajuste decretadas por Zapatero.

Algunos cargos nacionalistas apoyan gravar más las rentas altas

Pero el lehendakari, que abrió el debate sobre la necesidad de reformar la fiscalidad, y reclama elevar impuestos a los más ricos, carece de competencias en la materia. En Euskadi, la fiscalidad es competencia de las tres diputaciones forales, ahora gobernadas por el Partido Nacionalista Vasco.

En este partido, que se ha venido oponiendo a subir impuestos a los más pudientes, en coincidencia con el PP, afloraron el pasado lunes desavenencias entre sus máximos responsables en las diputaciones: los de Álava se han manifestado oficialmente a favor de una subida a los más ricos, mientras que los de Vizcaya se oponen y la tachan de "simplista".

Urkullu -que usó ese mismo adjetivo, además del de "demagógica", para descalificar la intención en esa dirección del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y casi al mismo tiempo que su representante en Álava proponía lo mismo- trata ahora de poner orden y alinear en una postura única a las tres diputaciones vascas. Con la dificultad añadida de que en Álava el PNV gobierna en coalición con Eusko Alkartasuna, también a favor de la subida, y en Guipúzcoa con la escisión de este partido, Hamaikabat, que dirige precisamente el departamento de Hacienda.

La eventual reforma de la fiscalidad debía abordarse el próximo jueves en la reunión que mantendrá el Órgano de Coordinación Tributaria, foro oficial de encuentro en materia impositiva del Gobierno vasco, y las diputaciones, a las que López convocó nada más anunciar Zapatero el ajuste. Pero las diferencias en el PNV impedirán resultado concretos de esa cita. La delegación foral anunció ayer que los peneuvistas acudirán a ella sin la respuesta unitaria que les ha reclamado López tras la explicitación pública de sus discordancias. El diputado general de Álava, convertido en voz disonante, aseguró ayer que cuando esa propuesta común se alcance incluirá las medidas que él señaló el lunes; pero esa batalla tiene que librarla y ganarla antes en el seno del PNV y, en principio, Vizcaya es un territorio mucho más influyente.

Entretanto, el proyecto de ley aprobado ayer en reunión extraordinaria del Gobierno vasco ahorrará 100 millones de euros, entre reducción de salarios, extendida a todo el sector público vasco; amortización de plazas y disminución de las sustituciones y contrataciones.

Euskadi ha aplicado un descuento inferior al decretado por Rodríguez Zapatero y espera obtener por otras vías el resto del ahorro obligado. El descuento oscila entre el 0,98% para el último escalón funcionarial y el 8% que se aplicará el lehendakari. El Gobierno vasco aplicará motu proprio una reducción del 3% en los gastos generales y subvenciones. El Ejecutivo se ha visto obligado a romper los acuerdos sindicales que había logrado en su primer año, después de diez de desencuentros de las centrales con el anterior Gabinete.