Fidel Castro se rinde a Messi

Ante el Mundial, hasta Fidel Castro tiene debilidad por Lionel Messi. Eso sí, para rendirse a la genialidad del delantero argentino, que, dice, "aparece como un rayo y con las piernas o la cabeza dispara la pelota a velocidad insólita", Castro da un amplio rodeo, geográfico y político. Comienza por la mismísima península de Corea, donde comenta el reciente hundimiento del cazasubmarinos Cheonan, buque insignia de la Marina de guerra surcoreana, hundido por Corea del Norte, lo que atribuye a Washington. El líder comunista cubano pasa después por los conflictos de Israel e Irán, atraviesa Gaza y, finalmente, aterriza en el Campeonato del Mundo de Sudáfrica.

Genio y figura, Castro, que no aparece en público desde hace cuatro años debido a una grave enfermedad, se mantiene presente a través de artículos de opinión que publica en la prensa oficial. El ex dirigente considera que, pese a los peligros que acechan a la humanidad, "los habitantes del mundo (...) disfrutan cada vez más los grandes acontecimientos deportivos". "En los días próximos", asegura, el Mundial "les arrebatará todas las horas libres de su tiempo". "Con creciente emoción irán siguiendo las vicisitudes de los personajes más conocidos" y "observarán cada paso de Maradona y no dejarán de recordar el instante del gol espectacular que decidió la victoria de Argentina en uno de los clásicos", añade en su último artículo, titulado En los umbrales de la tragedia, dedicado a denunciar "los enredos imperiales de Estados Unidos".

"De baja estatura, dispara, con la pierna o la cabeza, la pelota a velocidad insólita"

La debilidad por su amigo Maradona, quien lleva tatuado en su cuerpo una imagen barbada de Castro y otra del Che Guevara, la extiende a su sucesor con el 10 del equipo de Argentina. "De nuevo, otro argentino viene despuntando; de baja estatura, pero veloz. Su apellido, Messi, de origen italiano, ya es conocido y repetido por todos los fanáticos", escribió Castro.

El ex presidente cubano, que en agosto cumplirá 84 años, también se refiere al gran espectáculo que es Sudáfrica 2010 y, en cierto modo, expresa su admiración. La imaginación de la gente, dice, "es llevada hasta el delirio cuando llegan las imágenes de los numerosos estadios donde tienen lugar las competencias. Los proyectistas y arquitectos han creado obras jamás soñadas por el público". Pero, por supuesto, su reflexión acaba como Dios manda: las consecuencias de la política estadounidense, advierte Castro, pueden ser "catastróficas" y afectarán "a todos los habitantes del planeta mucho más que todas las crisis económicas juntas". Aunque Messi marque más goles que nadie.