Más compleja, pero más asequible

Son 8.048, rondan los 18 años y apuran su último día de estudio antes de comenzar mañana tres intensas jornadas que completan la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), la nueva selectividad. Esta premiará a quienes más se esfuercen, ofreciéndoles la oportunidad de mejorar sus notas, y reducirá el número de exámenes de quienes decidan matricularse en carreras sin problemas de plazas.

EXÁMENES Menos obligatorios

Los exámenes de acceso se prolongarán hasta este viernes

El número de notas por alumno será el mismo que sus opciones de grado

Hasta ahora los estudiantes se examinaban de las materias comunes -Lengua Castellana y Literatura, Lengua Vasca y Literatura, Historia de la Filosofía o Historia y una prueba de lengua extranjera-, junto con otras propias de su Bachillerato. A partir de ahora, las comunes seguirán siendo obligatorias, con tan sólo una específica del Bachillerato. Estas asignaturas completarán la fase general, obligatoria para todo aquel que quiera entrar en la universidad. Así, para aquellas carreras en las que la nota no es un problema, los estudiantes podrán realizar un esfuerzo menor, ya que el cambio se traduce en dos exámenes obligatorios menos que en la anterior selectividad.

FASE ESPECÍFICA Tres oportunidades para subir nota

Sin embargo, el 89,4% de estos estudiantes no se ha contentado con la fase general y ha optado por realizar también los exámenes de la fase específica. Esta parte de la prueba es voluntaria y supone el mayor cambio. Como máximo, se realizarán tres exámenes, todos ellos relacionados con las asignaturas del itinerario elegido de Bachillerato -Ciencias Sociales y Jurídicas, Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud e Ingeniería y Arquitectura-, a excepción de la asignatura de este tipo que se incluye en la fase general (no se puede repetir).

¿Qué reportan estos tres exámenes? La oportunidad de no optar al 10, como ocurre en la fase general, sino a lograr cuatro puntos adicionales. Es decir, se premia el esfuerzo con más nota, ya que en esta fase no suspenderá nadie: sólo puntuarán los exámenes aprobados. Estas garantías, que permiten mejorar la nota de cara a las carreras más demandadas, es la que han elegido cerca de nueve de cada diez jóvenes inscritos a las pruebas.

Hasta ahora, los estudiantes sí tenían la posibilidad de mejorar su nota para intentar matricularse en carreras muy demandadas, pero lo hacían presentándose a la convocatoria extraordinaria -en julio-. Esto reducía las posibilidades de entrar en las carreras de mayor demanda porque los estudiantes de la convocatoria de junio tienen preferencia, sea cual sea su nota. Además de los estudiantes que se presentan por primera vez a la PAU, 200 más lo harán para mejorar su nota de las anteriores convocatorias.

CALIFICACIONES Muchas notas, un examen

Quienes realicen únicamente la fase general seguirán el mismo patrón de hasta ahora: el 60% de la nota corresponderá a la media de Bachillerato y el 40% a esta fase. Los estudiantes podrán aprobar a partir del 4 en la PAU, siempre y cuando la nota entre la selectividad y el Bachillerato rebase el 5. En este caso, la nota tendrá una validez indefinida.

No ocurrirá así con la fase específica. Esta caducará a los dos años. Quienes realicen la fase específica seguirán teniendo cuatro puntos de la fase general y seis de la media de Bachillerato, pero a esto se sumará la posibilidad de obtener hasta cuatro puntos adicionales. Sólo se tendrán en cuenta dos de los tres exámenes que se pueden realizar como máximo, las notas más altas que se obtengan. A partir de ahí, las variables son infinitas. Todo porque el valor de la nota de estas asignaturas no será homogéneo. Dependiendo de la carrera a la que se opte, las notas de las asignaturas más directamente relacionadas con esa titulación serán las más valoradas, por lo que la nota se multiplicará por 0,2. Las que guarden menos relación se multiplicarán por 0,1.

Por ello, cada alumno podrá tener tantas notas como carreras a las que quiera optar. Aunque la nota de la fase específica sea la misma, su valoración no será igual para unas carreras u otras, porque cada una tiene sus criterios.

Estas complejidades han hecho que el asesoramiento y la planificación de la prueba previos al examen sea mucho más concienzuda que en convocatorias anteriores. Mientras que antes las opciones se reducían a elegir entre Historia de la Filosofía e Historia, ahora las variables son infinitas.

El sistema se ha vuelto mucho más complejo también por el propio funcionamiento de los centros universitarios. Estos tendrán independencia a la hora de valorar las notas de la fase específica, de manera que una nota en la PAU no será igual en la misma carrera en diferentes universidades. Cada alumno tendrá varias notas de selectividad, pero cada centro valorará con sus propias tablas la fase específica.

ACCESO UNIVERSIDAD Euskadi, integrada en el Plan Bolonia

Los alumnos ya han realizado una prematrícula de ocho titulaciones. Las primeras opciones se formalizarán en unas semanas. La prueba se realiza coincidiendo con la que será la primera promoción de universitarios vascos que se matricula al completo con el Plan Bolonia plenamente implantado. Hasta ahora, las universidades privadas se han ido incorporando paulatinamente a esta estructura y el próximo curso será la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) la que complete el cambio adaptando sus grados al Espacio Europeo de Educación Superior.