Hereu recorta 220 millones, el 10% del presupuesto
CiU y el PP critican el recorte, que juzgan insuficiente y tardío
El cinturón de las cuentas del Ayuntamiento de Barcelona se va a ajustar en varios agujeros para hacer frente a las vacas flacas. El llamado plan de austeridad, presentado ayer por el alcalde, supone un tijeretazo de 220 millones de euros en lo que queda de 2010 y en la previsión de las cuentas de 2011. Viene a representar, aproximadamente, un 10% del presupuesto de este año, de algo más de 2.400 millones de euros. El de 2011, a buen seguro, será más contenido.
Este ajuste supone ahorro en gastos corrientes, demora en el fin de algunos proyectos y obras ya en marcha, y aplazamiento hasta mejores tiempos de otros ya planificados en años y mandatos enteros. En este último capítulo están el zoo marino, la rehabilitación del castillo de Montjuïc y un edificio municipal. En esos tres proyectos el Consistorio preveía invertir en los próximos tres años 427 millones de euros.De los 220 millones de euros de recorte, la parte del león, 138, corresponden a obras ya en marcha o previstas para el año que viene que se van a retrasar, y 72 millones, al ahorro del gasto que se hace en distritos y en las áreas centrales del Consistorio, desde la reorganización de empresas municipales hasta el recorte de las subvenciones. Los ocho millones restantes salen del recorte de la retribución del alcalde, regidores del gobierno municipal y gerentes, y de la eliminación de algunos cargos de confianza. Otra de las decisiones ya tomadas por el Consistorio es adelantar parte del endeudamiento previsto para 2011 a este año. En concreto, 240 millones de euros.
Hereu quiso presumir, pese a todo, de las buenas finanzas de Barcelona y lanzó esta sentencia: "Algunos [en referencia a las finanzas de otros ayuntamientos de España] serán como Grecia, pero nosotros somos la Alemania latina". El comentario fue acogido con evidente fastidio por la oposición municipal. Xavier Trias, portavoz de CiU, lamentó que Hereu centrara su discurso en la propaganda: "El alcalde dice que parece que seamos Alemania. Si todo fuera tan idílico, no tendríamos que hacer ningún recorte". El portavoz del PP, Alberto Fernández Díaz, se sumó a las críticas y señaló, como Trias, que el plan llega tarde. "Y es insuficiente", remachó. En cualquier caso, el plan de austeridad que presentó ayer el alcalde necesitará el apoyo de un partido de la oposición. Se da por descontado el sí de Jordi Portabella (ERC), que ayer avanzó que quiere introducir cosas.
Estos son algunos de los capítulos en los que se prevé ahorrar o anular inversiones:
- Coches oficiales. De la flota de 30 coches se pasa a 18. Por tanto, el ahorro es del 40%.
- Eliminación de dos concejalías. La llamada de Nuevos Usos Sociales del Tiempo y la de Participación Ciudadana. Sus funciones serán asumidas por otras áreas.
- Supresión de comisionados. Es una categoría específica para los cargos de confianza del alcalde. Estaba prevista la creación de 18 y se quedarán en la mitad. Uno de los que no desaparecerá es Enric Truñó, comisionado para la preparación de la candidatura de los Juegos de Invierno de 2022. Otros son funcionarios municipales, por lo que se quedarán en la estructura.
- Concentración de empresas. La ejecución de los proyectos e inversiones en la ciudad se hace en algunos distritos por medio de empresas municipales, como Proeixample, Pronoubarris o Fomento de Ciutat Vella. Todas se agrupatrán bajo el paraguas de la sociedad BIMSA, que es la que controla toda la inversión municipal.
- Centre del Disseny de Glòries. Las obras ya están en marcha, pero bajará su ritmo, lo que de rebote tendrá algún efecto en la ya retrasada reurbanización de la plaza de las Glòries.
- Nuevos semáforos. Barcelona había empezado a cambiar los semáforos y las señales de tráfico que los acompañan en muchas intersecciones. Esa sustitución se parará en lo que queda de año y 2011.
- Zoo marino. Uno de los proyectos más polémicos de la ciudad quedará paralizado. Su construcción, en realidad, se hace por fases y ahora solo existe parte de la plataforma ganada al mar. El resto deberá esperar a mejores tiempos.
- Castillo de Montjuïc. Esta es otra de las reformas de la ciudad discutidas -por la ausencia de una planificación concreta- y que se aplazará. Lo primero que se quería ejecutar era la rehabilitación de parte de la estructura. Al igual que en el zoo marino, supone una inversión de decenas de millones de euros con una financiación dudosa.
- Edificio municipal en Glòries. Cuando el Consistorio planificó la reforma de la plaza de las Glòries, quiso dejar un gran espacio frente a la torre Agbar, al otro lado de la Diagonal, para agrupar gran parte de los servicios y las oficinas que están dispersos en varios edificios. Proyectó un rascacielos que ahora también deberá esperar.
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