Rusia apoya a la UE en la lucha contra la crisis financiera

El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, dio ayer un espaldarazo a los dirigentes de la UE en la primera cumbre bilateral celebrada tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. En Rostov del Don, la ciudad meridional elegida para la cita -la número 25 en la historia de las relaciones-, Medvédev elogió a los mandatarios europeos por la "rapidez y sincronía" con la que -pese a las "contradicciones internas"- "tomaron la decisión de facilitar dinero para solucionar el problema de Grecia y salvaguardar la estabilidad financiera". Tal proceder muestra "la capacidad de trabajo de las instituciones formadas de resultas de la firma del Tratado de Lisboa", señaló Medvédev en la rueda de prensa en la que el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, mostró cierto agarrotamiento.

Medvédev recordó la dependencia de su país de otras divisas y subrayó que "el 40% de las reservas de Rusia, que no son pequeñas, están en euros". "Así que lo más importante es ayudar al socio a construir una estrategia común de salida de la crisis".

El lunes por la noche Medvédev aseguró que Rusia no ha cambiado ni va a cambiar sus activos en euros. Según medios comunitarios, el líder ruso se expresó así en una cena informal con Rompuy, el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, y la alta representante de Política Exterior, Catherine Ashton. En esa cena, Rompuy hizo una defensa de la moneda comunitaria y recordó que, en porcentajes, el déficit de la zona euro es inferior a la mitad del déficit de Estados Unidos. Rusia tiene unas reservas de divisas equivalentes a 450.000 millones de dólares, de las cuales el 47% están en esta moneda, pero ha incrementado el volumen de oro, una tendencia que continuará, según dijo recientemente el jefe del Banco Central, Serguéi Ignátev.

Ante Medvédev, los europeos mencionaron no solo a Grecia, sino también a media docena de países más que "habían tomado medidas", entre ellos España, Italia, Francia y Portugal. En el caso de España, se aludió a la diferencia de "envergadura" con Grecia, señalaron los medios.

Rusos y europeos se mantienen alejados aún en el objetivo ruso, que es la supresión de visados. Medvédev entregó a los europeos un proyecto de tratado para suprimir visados, algo que ya ha hecho con países como Israel, Turquía y Argentina. Dentro de la UE, países como España, Italia o Francia son favorables; otros son contrarios, sea por inercia histórica o por deseo de armonizar los procesos con Ucrania y Georgia.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, suscribieron una declaración en la que pedían que se investigara de forma imparcial la operación israelí contra la flotilla en dirección a Gaza. La declaración topó con objeciones de Holanda y Polonia, lo que motivó que no pudiera ser firmada en nombre de toda la UE. En materia de derechos humanos, Rompuy constató progresos, pero se mostró preocupado por la "impunidad en Chechenia y en algunas regiones del Cáucaso Norte".