Escarp pide un "debate pausado" sobre el uso público del 'burka'

La concejal de Prevención, Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, y nueva edil de Ciutat Vella, Assumpta Escarp, apostó ayer por llevar a cabo un "debate pausado" sobre el uso del burka (prenda que se utiliza en algunos países musulmanes que cubre la totalidad del cuerpo de la mujer y tiene una rejilla a la altura de los ojos) en los espacios públicos dentro del Pacto de Inmigración. Según Escarp, el problema no se debería tratar de forma aislada, sino que hay que debatirlo en el seno del citado pacto.

En una entrevista de Catalunya Ràdio, la sustituta del ex edil Carles Martí en Ciutat Vella y nueva portavoz municipal añadió que no se puede en ningún caso negar la escolarización a las niñas que llevan velo, muchas de las cuales "no se tapan por gusto", porque la educación, a su juicio, es lo único que les puede garantizar cierta libertad, informa Europa Press.

Al preguntársele sobre su opinión personal sobre el uso de la prenda, Esparp consideró que se trata de un símbolo "de explotación de la mujer", y que la posibilidad de su prohibición responde a criterios de seguridad.

Las declaraciones de la tercera teniente de alcalde se producen después de que la semana pasada el Ayuntamiento rechazara una moción del PP, que tuvo los votos en contra de ERC, ICV-EUiA y PSC, para prohibir el burka en los espacios públicos de la ciudad. Según argumentaron los ediles del PP, el burka atenta contra la dignidad de la mujer y los valores del marco de la convivencia.

Respecto a la situación del alcalde, Jordi Hereu, tras el fracaso de las tesis socialistas en la reciente consulta sobre la reforma de la Diagonal, Esparp cree que el primer edil está en disposición de agotar su mandato, aunque reconoció que en los próximos días habrá una reorganización interna del Consistorio para adaptar su funcionamiento a las nuevas prioridades del Consistorio.

Por otro lado, la concejal rechazó que Barcelona sea una ciudad permisiva con los comportamientos incívicos, y aseguró que tiene una normativa que intenta ser estricta para garantizar la convivencia, pero añadió que por sus características mediterráneas, con buen clima y mucha vida en la calle, atrae ciertas actitudes "que la ciudad no quiere".