Kaku: "En veinte años crearemos cualquier tipo de órgano vivo"
El físico y divulgador científico vaticina que el diagnóstico del cáncer "se hará en casa, sin ir al hospital" - "En 10 años controlaremos el ordenador con la mente"
Michio Kaku lidia con la Teoría de Cuerdas en su día a día. A este físico teórico también le gusta la divulgación científica. En la BBC o en Discovery Channel se dedica a describir un futuro no tan remoto. "No soy escritor. Soy físico. Cuando afirmo algo es porque existen prototipos. Simples, pero reales. Por ejemplo, la capa de invisibilidad para microondas". Kaku ha abierto en Barcelona el BDigital Global Congress.
Pregunta. Ser invisible ya no es ciencia ficción, pero ¿cuándo lo veremos fuera del laboratorio?
Respuesta. Siempre es difícil poner una fecha, pero hablamos de décadas. En los próximos años seremos capaces de hacer invisibles objetos cada vez más grandes, aunque la capa de Harry Potter todavía queda lejos. De todas formas, que se considere factible ya es increíble. Era imposible hace sólo tres años. He sido profesor de óptica. He enseñado a mis alumnos que la invisibilidad era imposible, porque violaba las leyes de la óptica. Estaba equivocado, como los libros de física.
"El inodoro, que tendrá más potencia de computación que un hospital, te dirá cuántas células cancerígenas hay en tu cuerpo antes de que sea un tumor".
"He enseñado a mis alumnos que la invisibilidad era imposible, porque violaba las leyes de la óptica. Estaba equivocado, como los libros de física".
P. ¿Nada es imposible?
R. Hay cosas que son imposibles, porque violan las leyes actuales de la física. Otras lo son hoy, pero serán una realidad en el futuro remoto. También hay muchas cosas en las películas, consideradas ciencia ficción, que ya son factibles. Como la telepatía, que avanza a una velocidad vertiginosa. Si te implantas un chip en el cerebro puedes dar instrucciones con tu mente al ordenador. Un tetrapléjico, por ejemplo, puede hacer exactamente lo mismo que tú en el ordenador simplemente pensándolo. En una década controlaremos los ordenadores con la mente.
P. ¿Cuál de los imposibles le gustaría ver con sus ojos?
R. Obtener algo de la nada. Violar la conservación de la energía y la matería.
P. ¿Ser Dios?
R. Exacto. Es algo que creemos que es imposible.
P. ¿Viajar en el tiempo es cuestión de años o siglos?
R. Siento decirle que no lo veremos nosotros. Hablamos de siglos a milenios, porque no es coherente con las leyes actuales de la física. Necesitaríamos muchísima energía, la energía de una estrella o un agujero negro.
P. ¿La ciencia tiene límites?
R. Sí, claro. Pero muchos se están rompiendo por la potencia de los ordenadores, que se desarrollan a altísima velocidad. En diez años los chips bajaran tanto de precio que costaran un centavo. Será más caro el papel.
P. ¿Qué posibilidades se abren?
R. Seremos capaces de curar el cuerpo y crear nuevos órganos. Hoy ya podemos hacerlo con la piel, los huesos, la sangre, la nariz, las orejas y hasta la tráquea. En cinco años habremos creado el primer hígado y páncreas. Los diabéticos, por ejemplo, tendrán una segunda vida. En 20 años crearemos cualquier tipo de órgano vivo porque actualmente ya lo podemos hacer con los más simples.
P. ¿Ya no habrá enfermedades?
R. No. Siempre habrá gérmenes, que tiene millones de años; pero cuando estos dañen un órgano, lo sustituiremos por uno nuevo. Las pruebas diagnósticas se harán en casa sin pedir cita al médico ni ir al hospital con máquinas de resonancia magnética caseras. En el futuro, cuando quieras ver al médico hablarás con la pared. Quiero decir que interactuarás con un programa informático que parecerá el médico, pero será un robot. El inodoro, que tendrá más potencia de computación que un hospital, te dirá cuántas células cancerígenas hay en tu cuerpo. Mucho antes de que la célula maligna se convierta en tumor, se habrá detectado el cáncer. La palabra tumor desaparecerá de nuestro vocabulario. La tecnología nos dará una vida sanitaria mejor, de entretenimiento y de comunicación.
P. ¿Cómo imagina el futuro de Internet?
R. La Red estará en tus ojos, en las lentes de contacto. Si hablo contigo, pero no sé quién eres, Internet me dará tu biografía o traducirá automáticamente a mi idioma tu castellano, sin necesidad de traducción automática.
P. ¿Y si se nos escapa de las manos?
R. Todo es una cuestión de hábitos. Primero la tememos, después la vemos útil, para terminar siendo imprescindible.
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