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El desafío nuclear iraní

Francia se apresta a excarcelar a un iraní condenado por asesinato

París niega la relación con la liberación de Clotilde Reiss

Antonio Jiménez Barca

Un día después de que Clotilde Reiss, la profesora francesa retenida en Irán durante 10 meses acusada de espionaje, aterrizara en París, el ministro del Interior francés tenía previsto firmar ayer la orden para que un preso iraní encarcelado en Francia, Ali Vakili Rada, condenado por asesinato, abandone hoy la cárcel con destino Irán. Tanto la diplomacia francesa como la iraní -incluso el abogado del preso- niegan que haya relación alguna entre los dos hechos, pero la prensa francesa y la oposición sospechan que detrás de las dos liberaciones se esconde un acuerdo y no una mera coincidencia de fechas.

Ali Vakili, agente secreto iraní, llegó a París en 1991 para asesinar al ex primer ministro Chapour Bakhtiar. El ex dirigente del sha de Persia murió estrangulado en su casa de las afueras de la capital francesa. Apresado y condenado en 1994 a perpetuidad, Vakili se benefició de las exenciones carcelarias francesas, y tras pasar más de 18 años entre rejas, desde febrero podía gozar del régimen de libertad condicional. Pero, sin oficio ni casa ni permiso de residencia en Francia, su abogado reclamó la expulsión del país. Esta orden de expulsión, que se traduce de hecho en una liberación, es lo que el ministro del Interior, Brice Hortefeux, tenía previsto firmar ayer, según varios medios.

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El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, ha negado que la liberación de la profesora sea fruto de ningún "mercadeo o contrapartida". El portavoz del Quai de Orsay lo volvió a desmentir ayer "categóricamente". Nicolas Sarkozy agradeció el domingo, después de recibir a Clotilde Reiss, las gestiones, entre otros, del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, Mahmud Ahmadineyad, en una entrevista concedida hace meses a una televisión francesa, cuando se le preguntó sobre la detención de Reiss, aseguró: "También hay presos iraníes en cárceles francesas, y los dirigentes franceses no hacen nada". Sarkozy calificó entonces las declaraciones del presidente iraní como de chantaje.

Vakili no es el único iraní al que se relaciona con este caso. Francia ha denegado la extradición a EE UU de Majad Kalava, un ingeniero al que Washington involucra en el programa nuclear iraní. Poco después de que la extradición fuera denegada, Kalava volaba hacia Irán.

Ali Vakili Rada, en 1990.
Ali Vakili Rada, en 1990.
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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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