Noche de pasión rojiblanca

Miles de personas se agolparon ayer junto al dios del mar, en la plaza de Cánovas del Castillo, para celebrar el triunfo atlético tras 47 años de sequía en Europa.

Con ojos de estar completamente sorprendida se quedó Abbie Schmid, una estadounidense de Nebraska de 21 años, que jamás había visto a miles y miles de personas celebrando la victoria en torno a un monumento. Y menos por un partido de fútbol. Esta estudiante de Comunicación de la Universidad de Navarra, había venido a Madrid a pasar unos días con unos amigos y familiares, y se topó de lleno con una oleada rojiblanca, que no paró de cantar el himno del Atlético junto a Neptuno, justo después de que Forlán marcara en el minuto 116, cuando faltaban sólo cuatro minutos para la prórroga. "Vivo en Pamplona, pero no he visto nada parecido", destacó esta estudiante. Saturnino, un aficionado de 63 años, que sigue al Atlético desde que tiene 20. "Yo fui de los que estuvo en Zaragoza en el 64, cuando el Atlético ganó su último título europeo. Lo hemos pasado muy mal".

Durante el partido, unos 200 aficionados rodearon al dios de los mares, y todo era más o menos tranquilo hasta que llegó la prórroga, y con ello se veía aún más difícil que el Atlético pudiera conseguir un doblete en esta temporada. Justo cuando Forlán dirimió la duda, centenares y centenares de seguidores empezaron a rodear la fuente, que contó durante toda la noche con un fuerte dispositivo policial y del Samur. Los agentes cacheaban a todos los que entraban en la plaza, para evitar que metieran botellas y objetos peligrosos.

"¡Que se fastidien los del Real Madrid, que esta vez somos nosotros los que vamos de celebración!", gritaba un chaval con el tórax desnudo, y con los colores rojiblancos pintados en la cara. Llevaba una bandera del Atlético estilo capa. Junto a él decenas y decenas de personas no paraban de hacerse fotos con los teléfonos móviles y con cámaras que no hacían más que disparar los flashes para intentar captar a Neptuno, que se encontraba protegido por una doble línea de vallas. "Se va a enterar mi jefe. Me va a aguantar durante toda la semana, porque él es del Madrid y este año le toca aguantarnos a los colchoneros", bromeaba Jorge Sanz, un barrendero de Villaverde de 28 años, al que no le importaba tener que madrugar al día siguiente. "Mañana va a limpiar las calles quien yo me sé", añadía entre risas junto a unas amigas. Igual le ocurría a Rafael Romero, un monitor de gimnasio que lucía una camiseta de manga corta de Kun Agüero, que estuvo hasta cerca de la una de la madrugada en Neptuno.

Las marquesinas y los quioscos de la plaza se convirtieron en improvisadas atalayas, a las que se subieron decenas de seguidores, para ver la euforia y la pasión desatada de los centenares de seguidores. Alguna de estas marquesinas cedió por el peso de algunos seguidores, lo que causó heridas a alguno de estos. Pero era tal el grado de embriaguez que llevaba, que rechazó la ayuda del Samur. Durante la celebración también se vieron algunas bengalas y se lanzaron numerosos petardos que animaron la fiesta.

Lo que no faltaron fueron recuerdos también para el Real Madrid. Fueron numerosas las veces en las que se oyeron cánticos como "Madrid, Cabrón, saluda al campeón". Uno de los aficionados que más euforia mostró desde el primer momento, instantes después de que terminara el partido, un vecino de Alcorcón de 18 años, que jugó en los juveniles del Alcorcón y que recordaba el 4-0 que endosó el equipo amarillo al Real Madrid, lo que le supuso la eliminación de la Copa del Rey. "Yo con el Atleti a muerte. Y eso que este partido le ha faltado bastante juego, porque el Fulham no le ha dejado seguir su táctica", analizó este alcorconero.

Hasta la una de la madrugada el Samur tuvo que atender a diez personas, por golpes y contusiones de carácter leve y menos grave. Tan sólo uno de ellos requirió ser trasladado a un centro hospitalario, ya que presentaba una fuerte contusión en una rodilla, según informó un portavoz de Emergencias Madrid.

Hoy está previsto que se repita en la capital las celebraciones de los rojiblancos, y que el equipo se acerque hasta Neptuno tras pasar por la sede de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento.

La celebración continuó pasada la una de la madrugada. Pese a que hoy era un día de trabajo, los seguidores continuaron celebrando el primer título que conseguían después de 14 años de sequía. "El próximo miércoles repetimos, seguro, con la Copa del Rey", añadía, a título de resumen, Mercedes, una vecina de Guadalajara, que se trasladó a Madrid para ver el partido y celebrar que el Atlético había conseguido la Liga Europea, antigua UEFA.