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Plan de choque de Zapatero | El debate

Los barones arropan a su líder

El presidente explica que el plan evita recortes del subsidio de desempleo

Anabel Díez

"O se aplicaban estas medidas de recorte para funcionarios y pensionistas o había que tocar los subsidios de desempleo; había que elegir". Con este dilema, Zapatero intentó convencer ayer a los principales dirigentes regionales del PSOE de la oportunidad de las medidas de recorte anunciadas unas horas antes por él en el Congreso de los Diputados.

Los barones del PSOE, secretarios regionales y provinciales, aguardaban ayer en la sede del partido en Madrid a que su secretario general llegara del Congreso. "El presidente estaba claramente afectado, pero muy firme y seguro de que estas medidas eran imprescindibles; y así lo entendimos todos". Esta impresión de un secretario regional del PSOE coincide con el relato que otros compañeros de partido hacen de la reunión convocada el día anterior por José Blanco, vicesecretario general; Leire Pajín, secretaria de Organización, y Manuel Chaves, presidente del PSOE.

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El encuentro era extraordinario y urgente. Se trataba de que Zapatero, y los principales dirigentes de su ejecutiva, se reunieran con el poder territorial del partido para explicarles la dureza del plan que se va a tomar y, además, que lo explicaran y justificaran por toda España.

Aunque el ambiente fue de pesadumbre, no quedó la menor duda de que el partido se volcará en apoyar las medidas "duras y de sacrificio" planteadas, según las definió Leire Pajín. Zapatero mantiene intacto su crédito personal y político ante su grupo parlamentario y su partido. Aunque diputados y senadores reconocieron que era el peor día de la legislatura, su portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, fue el primero en defender y justificar las medidas del Gobierno al que tiene que sostener parlamentariamente.

A Zapatero le tocaba después recabar el apoyo de su partido. Y lo tuvo. Los asistentes a la reunión escucharon de su secretario general un relato "exhaustivo" de sus vivencias de las dos últimas semanas, que desembocaron en una reunión del Eurogrupo para tomar medidas de rescate a cualquiera de los países del euro y, además, la exigencia a España y Portugal de que tomaran medidas drásticas contra el déficit. Del relato desprendieron que había pasado jornadas de gran inquietud. Ahora bien, el líder socialista no reconoció en ningún momento que estas medidas hubiera habido que tomarlas antes sino que han venido determinadas por los últimos acontecimientos. Y tuvo que elegir para reducir el déficit entre el sueldo de los funcionarios, las pensiones y las prestaciones por desempleo. "El presidente señaló que optó por recortar sueldo a quien tiene trabajo y no tocar el subsidio de quien no tiene nada, como son los desempleados", señala un asistente a la reunión.

La preocupación de los barones por la reacción de los sindicatos fue evidente en esta reunión en la que el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, entre otros, pidió que se trabajara por mantener el diálogo con los representantes de los trabajadores. Zapatero, según distintos testimonios, avanzó su confianza en que acabará bien la negociación sobre la reforma laboral, aunque reconoció que "puede haber tensiones" con los sindicatos por la rebaja de sueldo a los funcionarios. "Vamos a mantener el diálogo con los sindicatos y explicar las medidas a los sectores afectados; nosotros damos la cara", señaló Pajín. Tanto Roberto Jiménez, secretario general de los socialistas navarros, como Óscar López, líder del PSOE de Castilla y León, pidieron a sus compañeros que "no se preocupen en exceso" del PP porque ya se sabe que atacará con denuedo.

Así, estos pidieron que se explique claramente a la sociedad que las medidas son imprescindibles pero que tienen carácter progresivo. En esta faceta puso el énfasis el secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura. Y hubo larga explicación de Zapatero sobre la progresividad de las medidas ya que no se ven afectadas las pensiones mínimas y la rebaja de sueldo a los funcionarios es proporcional a sus sueldos. "También habrá que pensar en medidas para los que más tienen o más han contribuido a la situación de crisis", señaló Óscar López. Los presidentes socialistas reconocieron la dureza y la dificultad del momento pero se comprometieron a apoyar al presidente sin fisuras. Dicen que Zapatero lo agradeció con un punto de emoción.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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