Una trabajadora de CAF fallece tras ser arrollada por una carretilla

Una trabajadora de 35 años falleció ayer al ser arrollada por una carretilla elevadora en la empresa CAF de Beasain. El accidente laboral sucedió a las 6.50 cuando Arantza M. G., empleada como administrativa en la firma, se dirigía a pie desde la zona del aparcamiento a las oficinas y una máquina que transportaba cestones la atropelló.

Un miembro del comité de empresa explicó lo sucedido del siguiente modo: "Un carretillero que realizaba su faena se ha encontrado con ella, no la ha visto y la ha arrollado", informó Vasco Press. La fallecida, quien trabajaba como eventual y era auxiliar administrativa desde noviembre de 2008, había estacionado su vehículo en el aparcamiento de la empresa y se dirigía a las oficinas por el interior de las instalaciones de CAF, según el informe redactado por Osalan.

Bomberos y sanitarios acudieron al lugar, pero no pudieron salvar la vida de la trabajadora. Osalan, que ha abierto una investigación, precisa que es la segunda mujer que fallece en un accidente laboral en la industria en los últimos diez años en Euskadi. En conjunto, en esta década han fallecido en ese tipo de siniestros 17 trabajadoras.

Los empleados de CAF acordaron realizar un paro de 24 horas desde las 10.00 de ayer y se concentrarán hoy en protesta por la muerte de su compañera. Al paro se sumarán los trabajadores de la planta que la compañía tiene en Irún.

Más seguridad laboral

Las protestas de los sindicatos no se hicieron esperar. ELA recordó en un comunicado que con este accidente ya son 23 los trabajadores fallecidos en los que va de año en Euskadi y Navarra, y consideró "necesario y urgente que la seguridad y la salud sean, de una vez, prioridad para la patronal y la Administración".

UGT-Euskadi expresó su preocupación ante el elevado número de accidentes laborales registrados en el País Vasco, pese a la crisis económica. En Guipúzcoa, se registraron el año pasado seis siniestros mortales, según esta central, mientras que en lo que va de 2010 ya han fallecido ocho empleados.

Las Juntas Generales de Guipúzcoa manifestaron su "solidaridad y apoyo" a la familia y a los compañeros de la trabajadora muerta. En un comunicado institucional aprobado por el pleno, la Cámara foral incide en que todas las muertes violentas resultan "injustificables", pero añade que las producidas en el puesto de trabajo son "especialmente incomprensibles", ya que existe una obligación de "garantizar unas condiciones laborales dignas, seguras y saludables" para evitar las muertes en el empleo.