Resultados con otros sistemas electorales
Los liberal-demócratas parecen condenados a dar sólo un paso relativamente pequeño en sus aspiraciones de reformar el sistema electoral. Pero, aunque pequeño para sus aspiraciones, puede tener grandes implicaciones para el futuro de la política británica.
Con el actual sistema, los conservadores obtuvieron el pasado jueves 307 diputados, los laboristas 258 y los liberal-demócratas 57. Con el sistema que el lunes propusieron como última oferta los conservadores, estos obtendrían 281 diputados, los laboristas 262 y los liberal-demócratas 79, según un estudio de la Sociedad para la Reforma Electoral. Es decir, con este sistema, llamado voto alternativo, laboristas y liberales superarían confortablemente la mayoría absoluta.
Según ese mismo estudio, con el sistema proporcional que realmente quieren los liberales, el llamado voto único transferible, el reparto sería así: conservadores 256, laboristas 207 y liberal-demócratas 162. Esas cifras explican por qué ni tories ni laboristas están por esa labor.
Estos son los tres sistemas electorales a debate:
- El primero que llega, gana. Es el sistema actual. Cada circunscripción tiene un solo diputado y se lleva el escaño el candidato con más votos, aunque no logre la mayoría absoluta. Cuando hay sólo dos grandes partidos, este sistema es idóneo porque facilita las mayorías absolutas, pero cuando hay tres grandes formaciones el reparto de escaños no se corresponde con el porcentaje de votos logrado.
- Voto alternativo. Es similar al sistema actual, pero los votantes ponen en orden de preferencia los candidatos que elijan, de manera que se siguen contando las segundas y sucesivas preferencias hasta que uno de ellos obtiene la mayoría absoluta. Este sistema no introduce la proporcionalidad a la que aspiran los liberales, pero suaviza las injusticias del actual.
- Voto único transferible. Este es el sistema ideal para los liberal-demócratas. Aunque hay varias fórmulas de recuento, se vota igual que en el voto alternativo, pero la diferencia clave es que las circunscripciones son de entre tres y cinco diputados, lo que introduce un factor de proporcionalidad en el reparto final de escaños. Rompe la relación directa entre un diputado y su circunscripción, pero mantiene el principio sagrado de que los votantes eligen directamente al diputado que prefieren. Con este sistema, sólo un 20% de los votantes no ven elegido a su candidato preferido, frente al 52% de votos perdedores de la fórmula de recuento actual.
Tres escenarios
- Con el sistema actual de voto. Los conservadores obtuvieron 307 diputados, los laboristas 258 y los liberal-demócratas 57.
- Con el voto alternativo. Los conservadores habrían obtenido 281 diputados, los laboristas 262 y los liberales 79, según un estudio de la Sociedad para la Reforma Electoral. Laboristas y liberales juntos superarían la mayoría absoluta.
- Con el sistema de voto único transferible. Los conservadores tendrían 256 escaños, los laboristas 207 y los liberales 162.
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