La nube volcánica cubre hoy casi toda España y obliga a cerrar aeropuertos

Los efectos de la nube de ceniza del volcán islandés alcanzarán hoy a España con intensidad, según prevén los expertos, que auguran que en dos o tres días despeje la Península. A las cinco de la mañana (hora insular) cerrarán los aeropuertos de Tenerife Norte, Tenerife Sur, La Palma y La Gomera y a las seis, los de Jerez, Sevilla y Badajoz, según informó Aena. Además, se mantienen las restricciones al tránsito aéreo entre los 20.000 y los 35.000 pies de altura, que suponen una reducción del 25% en la capacidad de determinados sectores de los centros de control de Sevilla, Madrid y Barcelona.

Está previsto que la nube volcánica cubra casi toda España hoy y que la ceniza afecte también a los niveles bajos de vuelos (hasta 20.000 pies, 6.000 metros). Ayer, en cambio, se mantuvo en cotas más altas (entre 6.000 y 10.000 metros), lo que no provocó cierres de aeropuertos pero sí muchos retrasos al haber menos espacio aéreo disponible para volar y 305 cancelaciones, un 5,7% de las 5.336 previstas para todo el día.

Los aeropuertos siguieron abiertos, pero hubo 305 vuelos cancelados

Pero las zonas totalmente vedadas al tráfico (no fly zone) pueden verse reducidas si Eurocontrol elimina las 60 millas (111 kilómetros) adicionales de refuerzo de seguridad en todas las direcciones alrededor del área con mayor concentración de ceniza. El organismo europeo que gestiona el espacio aéreo está estudiando seriamente esa posibilidad, según fuentes conocedoras de la discusión.

Las restricciones en España empezaron a las cuatro de la tarde. A esa hora la nube volcánica cubría buena parte de la península Ibérica, pero sólo afectaba al tráfico aéreo entre los 20.000 y los 35.000 pies (entre 6.000 metros y 10.000 metros).

Al no poder usar esa franja, todos los vuelos tuvieron que ser reubicados por debajo de los 20.000 pies, lo que obligó a reducir el tráfico aéreo en torno al 25% de su capacidad normal en sectores de Sevilla, Madrid y Barcelona, informó Aena. En Madrid-Barajas, por ejemplo, la capacidad habitual, 46 aterrizajes por hora, tuvo que rebajarse a 38. La decisión se notó enseguida en los paneles que informan de las salidas y las llegadas. Hacia las siete de la tarde, una veintena de vuelos procedentes de Londres, Dublín, Toulouse, Oporto, Vigo, A Coruña y Alicante, entre otros, aparecían con retrasos, que oscilaban entre la hora y media y las tres horas.

Salir de Barajas en avión tampoco fue fácil: hubo cancelaciones a Bilbao, Asturias, Vigo, Alicante, Sevilla... Muchos pasajeros acabaron haciendo el viaje por carretera en los autocares que fletó Iberia. En Barcelona, el aeropuerto de El Prat canceló 19 vuelos (nueve salidas y diez llegadas) de las 895 operaciones previstas para ayer. También se registraron algunos retrasos.

El problema en España se centró en los vuelos nacionales, ya que los que están de tránsito (sobrevolando el espacio aéreo) pueden hacerlo a más de 35.000 pies, explicó una portavoz de Aena. Los vuelos nacionales, en cambio, tuvieron que quedarse a 20.000 pies. "No se pueden meter todos a la vez. La capacidad es limitada", añadió. La nube volcánica no obligó a cerrar aeropuertos en el resto de Europa, pero sí se produjeron restricciones, sobre todo en Portugal, que canceló 320 vuelos hasta las cinco de la tarde. España canceló 32 vuelos con Portugal y 19 con Reino Unido e Irlanda.