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Poco entusiasmo en el Primero de Mayo

La crisis no consigue que las protestas del Día del Trabajo sean masivas

María Fernández

La reforma de las pensiones, la economía sumergida, la especulación, el modelo de crecimiento y otros grandes temas salpicaron los discursos sindicales en el Primero de Mayo gallego. Hubo hueco para reproches hacia la Xunta del PP, los bancos y cajas y hasta para pullas entre sindicatos. Porque las convocatorias por separado (CIG por un lado, UGT y CC OO) ya se han convertido en costumbre. La central nacionalista ganó en número de asistentes, como ocurrió en 2009, en la marcha central celebrada en Vigo. Pero no fueron más que los que caminaron tras las pancartas el año pasado, a pesar de que el paro ha pisado el acelerador. Siendo generosos, las principales concentraciones sumaron unas 10.000 personas.

José Antonio Gómez y Xosé Manuel Sánchez Aguión, secretarios de UGT y CC OO, encabezaron la marcha bajo el lema "Por el empleo con derechos y la garantía de nuestras pensiones". "Estamos en el punto de la bifurcación de la crisis [...] cuando algunos empiezan a hablar de recuperación económica, sin fundamento, hay gente que toma de nuevo posiciones. Vuelven a las andadas y quieren aprovecharse a costa de los derechos de los trabajadores", arrancó Gómez. Pidió controles sobre la economía sumergida, los fondos especulativos y los grupos de inversión privada. Habló de un sistema financiero internacional "opaco, especulativo y sin ética ni escrúpulos", antes de repetir el mantra sindical: los trabajadores "no han provocado esta crisis". Por eso exigió que no sean ellos quienes paguen el pato. "Debemos seguir insistiendo en que se mantengan los estímulos públicos". Lo escuchaban unas 3.000 personas: portadores de pancartas por la crisis del astillero Cíes, despedidos de los Cinebox, Sylkes y, en medio, ex conselleiras como Carmen Gallego o María José Caride. Gómez no tardó en enviar un mensaje al PP: "No sabemos muy bien cuál es su programa, lo que sí sabemos son sus políticas de privatización encubierta, como en la Sanidad"La financiación privada de los hospitales fue uno de los temas recurrentes junto con el de la lengua: "Que dejen de enredar con el decreto. No se puede utilizar la lengua como un elemento de confrontación. Si sale adelante, estará trasladando un conflicto de una dimensión difícilmente evaluable en los centros de trabajo", advirtió el líder de UGT al gobierno de Alberto Núñez Feijóo. Pero tanto su sindicato como Comisiones apostaron por tenderle la mano a la Xunta con su "apuesta decidida", por llegar a acuerdos dentro del diálogo social para que Galicia "salga fortalecida de la crisis con más empleo".

Suso Seixo, secretario de CIG, les contestaba pocas horas después desde el atril: "La patronal sigue insistiendo en la necesidad de rebajar salarios y cuenta además en esta batalla con la colaboración con las centrales sindicales estatales que han firmado unos acuerdos totalmente vergonzosos". "El cambio no va a salir de las mesas de diálogo de Galicia o de Madrid", añadió luego.Delante de él, una gran pancarta pedía la dimisión de los líderes de las Caixa Galicia y Caixanova, José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso. "Nada se habla del control de la banca", deslizó Seixo. Pero no hubo referencias concretas a las cajas.

Sus reflexiones coincidieron en lo básico con lo dicho desde UGT y Comisiones: "No son las rigideces del mercado laboral, no son los altos salarios ni la inversión pública la que nos llevó a esta crisis, sino todo lo contrario". Para superarla se recurre a lo que llamó "las políticas de siempre": recorte del gasto público, incremento de la edad de jubilación o privatización de servicios.

Pocas consignas nuevas

Ni los más de 200.000 parados gallegos ni una crisis planetaria como la actual lograron que las manifestaciones del Primero de Mayo fueran masivas. Se notaba que era un día festivo, reivindicativo, pero apenas se oyeron nuevos lemas.

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Entre los ecos de la Internacional y del himno gallego se escucharon las consignas clásicas: "Se esto non se amaña, caña, caña caña"; "non, non, non, á privatización", o "a crise mundial que a pague o capital". Las más radicales, del tipo "liberado sindical, marioneta patronal"; "traballo temporal para a familia Real" o "nin patria nin patrón, autoxestión", se lanzaron desde las marchas de CUT-CGT y CNT. En la primera no faltó Xosé Luis Méndez Ferrín, presidente de la Real Academia Galega.

En el resto de Galicia las concentraciones fueron bastante menos numerosas. Las principales tuvieron lugar en A Coruña, Ferrol, Ourense, Santiago y Vilagarcía.

Imagen de la manifestación convocada ayer por la CIG en Vigo.
Imagen de la manifestación convocada ayer por la CIG en Vigo.LALO R. VILLAR

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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