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Estados Unidos extradita a Noriega

Tras 17 años en prisión, el dictador panameño es trasladado a Francia acusado de blanqueo de capitales

Yolanda Monge

El dictador panameño Manuel Antonio Noriega voló anoche rumbo a Francia después de que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, firmase su orden de extradición para enfrentarse a los cargos de blanqueo de capitales de los que está acusado en Francia. La compañía francesa Air France informó ayer de que el vuelo 695 Miami-París en el que viaja Noriega llega a las 7.52 al aeropuerto de Charles de Gaulle.

Noriega llegó al aeropuerto de Miami en una furgoneta negra de gran tamaño desde el Instituto Correccional Federal, al sur de Miami, donde residió los últimos dos años en una cárcel de seguridad mínima.

Una persona le acompañó hacia el interior sujetándole del brazo. Incluso se paró un momento con él para ver si podía andar por sí mismo. Parecía ir esposado y en un estado de deterioro físico evidente. Vestido de negro, con una chaqueta gabardina, aunque no hacía frío alguno, Noriega se tapaba la cabeza con un gorro gris destartalado. Caminaba casi arrastrando los pies, mientras un policía le escoltaba a la derecha y otro, de paisano, portaba sus objetos personales y documentos.

El ex hombre fuerte de Panamá ha pasado los últimos 17 años de su vida en una prisión federal de Miami, después de que en 1992 fuera considerado culpable de ayudar al cártel de Medellín (Colombia) a introducir droga en Estados Unidos. Fue condenado por delitos de narcotráfico, asociación ilícita y conspiración.

La condena del general finalizó hace más de dos años y medio y desde entonces su futuro ha sido objeto de una complicada discusión legal. A finales de marzo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó la demanda interpuesta por el dictador panameño que pedía revisar la decisión anteriormente adoptada de extraditarle a Francia, donde fue condenado en 1999 en rebeldía (sin estar presente) a 10 años de cárcel por blanqueo de capitales a través de bancos franceses por un total de 2,2 millones de euros.

El Gobierno francés planea la reapertura del caso contra el dictador, que buscaba su extradición a Panamá. Sus 75 años podrían servirle para cumplir la condena en arresto domiciliario y no en una celda.

El portavoz del Ministerio francés de Justicia, Guillaume Didier, informó ayer a Efe de que las autoridades estadounidenses notificaron hace 15 días a las autoridades francesas "que acordaban la extradición de Noriega". Desde entonces "trabajamos para organizar su retorno" a Francia, pues somos las autoridades francesas las que debemos organizar la repatriación", agregó.

En Panamá, Noriega también ha sido considerado culpable en rebeldía de varios delitos, incluidos los asesinatos del líder de la oposición Hugo Spadafora y el militar Moisés Giroldi, por los que fue condenado a 15 y 20 años de cárcel respectivamente. El abogado de Noriega aseguró ayer estar muy sorprendido por la noticia. "No me puedo creer que hayan tomado la decisión de extraditarle sin ni siquiera telefonearnos", declaró Frank Rubino.

El ex militar fue jefe de Estado de facto de Panamá entre 1983 y 1989, cuando fue arrestado por las tropas estadounidenses que invadieron el país y trasladado a EE UU. Noriega fue declarado prisionero de guerra por un juez federal de Miami tras su condena de 1992.

Pero tanto los jueces federales como el Tribunal Supremo rechazaron la petición de sus abogados de que se le aplicase la Convención de Ginebra relativa a prisioneros de guerra que le hubiera garantizado el retorno a su país de origen, Panamá.

El Gobierno de Panamá afirmó ayer que respeta la decisión de Estados Unidos de extraditar al general a Francia, pero reclamará que el dictador cumpla las condenas pendientes que tiene en su país.

"El Gobierno de los Estados Unidos, el Gobierno federal, a través del Departamento de Estado tomó una decisión soberana de enviarlo a Francia y nosotros somos respetuosos con la decisión", dijo el vicepresidente y canciller panameño, Juan Carlos Varela.

La naturaleza pareció negarse a la marcha de Noriega. Una fortísima tormenta estuvo a punto de impedir que el vuelo de Air France despegara del aeropuerto internacional de Miami. Casi un centenar de vuelos fueron cancelados o retrasados y sólo a mediodía comenzó a normalizarse la situación.

Fueron los últimos ramalazos del temporal que azotó el fin de semana especialmente el Estado de Misisipi dejando una decena de muertos, numerosos heridos y graves daños materiales. Fue también la tormenta más intensa de la temporada en la Florida, con vientos de hasta 120 kilómetros por hora, un auténtico huracán fuera de temporada. Cayeron hasta 7.000 rayos y más de 10.000 casas quedaron sin fluido eléctrico.

Noriega (con sombrero) llega al aeropuerto  para ser extraditado.
Noriega (con sombrero) llega al aeropuerto para ser extraditado.AP
Una imagen policial en 1990.
Una imagen policial en 1990.AP

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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