Montilla afirma que sólo defiende la ley con la renovación del Constitucional
El presidente catalán avisa a Rajoy que no quiere cambiar las reglas del juego
Bajo el fragor del Estatuto, José Montilla, presidente de la Generalitat de Cataluña, envió ayer un claro mensaje a Mariano Rajoy, presidente del PP, para subrayar que sólo pide que se aplique la ley en la renovación del Tribunal Constitucional tras su quinto intento fallido de dictar una sentencia. En el primer mitin multitudinario de precampaña, en el pabellón de la Mar Bella, en Barcelona y ante varios miles de personas, Montilla rebatió la tesis del líder de la oposición que sostiene que las reglas del juego no se pueden cambiar a "mitad de partido". "Señor Rajoy", le espetó, "yo no quiero cambiar las reglas: quiero que se cumplan".
Tras el órgado que lanzó el martes al Gobierno en defensa del Estatuto, Montilla puso el acento en el PP al que le culpó del bloqueo del Alto Tribunal, con cuatro jueces que han agotado mandato, uno recusado y otra plaza vacante desde el fallecimiento de un magistrado.
Los partidos cerrarán mañana la resolución sobre el Constitucional
El líder socialista acusa a Mas de "esconder" su independentismo
A la acusación de que son los magistrados conservadores los que han impedido hasta ahora aprobar la sentencia, Montilla apeló a su condición de presidente de la Generalitat para valorar la situación del Tribunal. "Tengo la obligación de hacerlo por el bien de Cataluña, España y la institución", exclamó.
Añadió que "en democracia hay que respetar las reglas del juego. Lo que no es normal es que en un Estado de Derecho se tenga que exigir el cumplimiento de las leyes".
Los tres socios del tripartito y Convergència i Unió (CiU) pactarán mañana una propuesta de resolución que se debatirá el jueves en el Parlament para impulsar la renovación del tribunal, legitimar el Estatuto y pedir una modificación de la Ley Orgánica del Constitucional. La aspiración recogería la idea defendida sin éxito por uno de los padres de la Constitución, Jordi Solé-Tura, y que defiende Iniciativa (ICV-EUiA), Esquerra (ERC) y CiU: que los magistrados no juzguen leyes votadas en referéndum. El PSC en principio está a favor. Aunque el PP está fuera de esta dinámica, Montilla ha intentado un acercamiento institucional con el líder de la oposición. En las exequias de Juan Antonio Samaranch, le pidió a Rajoy una reunión aún no concretada.
El PSC presume de un nuevo estilo de concordia con su equipo de campaña, pero la verdad es que Montilla repartió para todos: criticó a Rajoy; las aventuras independentistas (sus socios de ERC) y sobretodo cargó contra Artur Mas, presidente de CiU, a quien acusó de "esconder" su independentismo en vísperas de la tercera oleada de consultas soberanistas que se celebran hoy en 211 municipios y que carecen de valor jurídico. Dos dirigentes de CiU, Felip Puig y Oriol Pujol, participarán en actos de apoyo de las votaciones y el mismo Mas dijo que lo hará cuando las votaciones sean en Barcelona. "Quiero claridad", clamó Montilla que culpó a Mas de hacer "trampas" y "juegos de manos", además de recordarle sus pactos con Aznar y de negociar la Generalitat y el Estatuto en la Moncloa.
Segundos en las encuestas y a distancia de CiU, los socialistas se dieron una sesión de autoestima en la que se convencieron de que pueden dar un vuelco a los pronósticos. Al más puro estilo americano y con la vicepresidenta socialista, Manuela de Madre, ejerciendo casi de conductora de televisión, el mitin incluyó un show con tres militantes sentados en tres butacas y un vídeo con un mensaje de los padres de Montilla en el que él le decía: "Y aunque las encuestas no te son favorables, te animo y te digo que para adelante".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.