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Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Nadie acabará con ellos

El libro, dice Umberto Eco, es como la rueda: una vez inventado no se puede hacer nada mejor. Como todos los 23 de abril en los últimos años, la conmemoración del Día del Libro ha hecho regresar por unas horas la polémica sobre la agonía de ese producto, a punto de ser arrojado al basurero de la historia, según sus enemigos.

En una obra reciente (Nadie acabará con los libros), Eco y J. C. Carrière conversan sobre ese asunto y se preguntan por los efectos de la rápida caducidad de los nuevos soportes (vídeo, CD, DVD). Esa caducidad impide ver lo que compramos hace 10 años con los reproductores actuales, en contraste con la facilidad con que la continuidad del soporte libro permite leer uno escrito hace siglos.

Circula por la Red un vídeo descacharrante sobre la última novedad en materia de lectura, un producto caracterizado por no necesitar cables, circuitos ni baterías, utilizable en cualquier lugar, que puede ser escaneado ópticamente para ser registrado directamente por el cerebro; y cuyo nombre es Book.

Puede ser una fantasía de nostálgicos, pero es cierto que las cerillas hubieran sido consideradas un gran adelanto de haberse inventado después, y no antes, que los mecheros. Además, también se auguró el fin de la pintura con la fotografía, el del teatro con el cine, y el del cine con la televisión; y fallaron las casandras. Por lo demás, incluso si el libro de papel desapareciera, seguirían siendo necesarios los escritores, lo cual es una garantía de continuidad. Como advirtió Bertolt Brecht a los generales, sus bombarderos necesitan hombres que los piloten. No existen máquinas capaces de escribir libros digitales.

El factor humano: ayer se entregaba el Premio Cervantes al escritor José Emilio Pacheco. Cuando se dirigía al Paraninfo de la Universidad de Alcalá se le cayeron los pantalones: justo frente a la nube de fotógrafos que le aguardaban. Un momento antes había tenido que quitarse el cinturón del pantalón del frac que vestía para pasar un control de seguridad, y olvidó volver a ponérselo. Explicó a los periodistas que todo se debía a su falta de costumbre de ir vestido de pingüino. Ninguna máquina lo habría resumido mejor.

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