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Moscú y Kiev pactan la permanencia de la flota rusa en Crimea hasta 2042

Ucrania obtiene un descuento del 30% en la importación de gas

Pilar Bonet

La flota rusa del mar Negro podrá permanecer en su principal base de Sebastopol (Ucrania) hasta 2042, y prolongar su estancia hasta 2047, si los parlamentos de Ucrania y Rusia ratifican el acuerdo firmado ayer por sus presidentes, Víctor Yanukóvich y Dmitri Medvédev, en Járkov (Ucrania). La flota rusa (50 navíos y 18.500 personas) debía desalojar sus instalaciones en la península de Crimea en 2017, según el acuerdo vigente, que data de 1997.

A cambio de prorrogar 25 años el arriendo de las bases de Crimea, Kiev obtuvo un sustancial descuento del 30% en los precios del gas que compra a Gazprom, el monopolio exportador ruso. El descuento, efectivo este mes, supone el ahorro de 30.000 millones de euros en diez años.

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"Este documento simboliza nuestra amistad", dijo Medvédev al rubricar el acuerdo sobre la flota. Y añadió que la presencia rusa en Crimea "crea el necesario equilibrio de intereses" para todos los países implicados en el mar Negro, y sobre todo para Rusia y Ucrania. Según él, la medida puede contemplarse como una contribución a la seguridad europea en el marco de su propia iniciativa a este respecto. El acuerdo sobre la flota y el descuento del gas están directamente vinculados, insistió el mandatario ruso. "Esta no es una cuestión política, sino técnica, ya que el alquiler se aumenta por la cuantía del descuento", explicó. "Rusia necesitaba claridad sobre la estancia de la flota del mar Negro", puntualizó Medvédev, que agradeció a Yanukóvich su rápida decisión.

La Constitución de Ucrania no permite las bases militares extranjeras, excepto en un periodo de transición, que sirve para justificar la presencia rusa. El ex presidente Víctor Yúshenko, convencido atlantista, insistía categóricamente en que la flota rusa abandonara Crimea en 2017. Yanukóvich ha dado un giro radical en relación a su predecesor, pero parece apartarse también del rumbo de no alineamiento que declaró él mismo al asumir la presidencia en febrero. La ex primera ministra Yulia Timoshenko calificó el acuerdo de anticonstitucional y pidió una sesión extraordinaria de la Rada Suprema (el Parlamento) el sábado. Timoshenko, que necesita el apoyo de 150 parlamentarios para reunir la Cámara, exhortó a sus conciudadanos a acudir a la sede del Legislativo para expresar su oposición. También Arseni Yazeniuk, ex jefe del Parlamento, conminó a la oposición a unirse para defender los intereses nacionales de Ucrania contra un acuerdo que juzga anticonstitucional.

La flota del mar Negro tiene para Rusia un valor más simbólico que real, ya que sus buques no son modernos, no portan armas nucleares y además dependen de Turquía, que controla los estrechos de salida al Mediterráneo. Para Ucrania la rebaja del precio del gas es muy importante, ya que los contratos de exportación y tránsito de ese combustible para 2009-2019, firmados el año pasado, cuando Timoshenko era primera ministra, contienen condiciones muy desventajosas para Kiev. El primer ministro, Nikolái Azarov, manifestó que, de mantenerse aquellas condiciones, en la segunda mitad del año la industria química y la metalúrgica se paralizarían. Ahora, las condiciones para Kiev mejoran, tanto en los precios como en la forma de pago. Además se eliminan las sanciones en caso de que Ucrania no consuma todo el gas contratado.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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