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Reportaje:

De trama política a juerga accidentada

La Guardia Civil desmonta una supuesta campaña de acoso al PP de Brión - Un edil achacó a razones políticas los destrozos a su vehículo en una noche de farra

El grupo del PP en el Ayuntamiento de Brión (A Coruña) denunció el pasado febrero una trama de acoso a los miembros de su grupo, que está en la oposición. A uno de los concejales, Julio Couselo, le habían roto de madrugada las lunas del coche y el portavoz del PP, Carlos Tomé, sospechaba que el acto vandálico estaba “íntimamente relacionado con una trama violenta para coaccionar el ejercicio político del PP”. Ayer, pasados dos meses, el pleno municipal desveló un informe de la Guardia Civil que no sólo descarta el móvil político, sino que asegura que el propio Couselo sabía que nada tenían que ver los destrozos con su labor pública. Cuando lo reventaron, de madrugada, el coche estaba aparcado frente al disco-pub La dama del lago, en Padrón, según fuentes municipales y registró la cámara de seguridad de un comercio. Poco antes, en medio de la noche de copas, había tenido un incidente de tráfico con otro vehículo.

El alcalde tacha a Couselo y Tomé de "carallas y mentirosos"
El coche estaba aparcado frente al disco pub La dama del lago, en Padrón

El alcalde, Xosé Luís García (PSOE), tachó ayer a Couselo y Tomé de "carallas, además de mentirosos" en un rapapolvo institucional de media hora en el que pidió la dimisión de ambos y comparó el caso con el del concejal de La Carolina (Jaén) -el célebre Bartolín- que fingió ser secuestrado por ETA. Tomé, al que las aseveraciones del informe de la Guardia Civil cogieron por sorpresa, empezó defendiendo a su compañero y terminó acusando al alcalde de "pluralizar" al llamarle mentiroso. Couselo negó la versión de la Guardia Civil. "¡Miente usted!", espetó al alcalde mientras este recitaba el escrito de la Comandancia de Padrón. Algunos ediles de PSOE y BNG dejaron escapar alguna carcajada. "Los pillaron en la mentira", insistió García.

El alcalde, según relató, pidió información a la Guardia Civil y avisó a la Fiscalía tras el pleno en que Tomé llamó la atención sobre la supuesta trama por primera vez. E informe del instituto armado explica que Couselo denunció los destrozos dos veces, con escasas horas de diferencia, según su propio relato. La primera vez no refirió ninguna sospecha de persecución política. La segunda, sí, y sobre ella señala el escrito: "Nada tiene que ver con los hechos que nos ocupan [los destrozos] y que no han hecho más que desviar la atención de unos hechos que se enmarcan dentro de la vida privada de don Julio Couselo García y que el propio concelleiro sabe de propia mano". La tercera concejal del PP en la corporación, Miriam Piñeiro, se desmarcó "completamente" de la actuación de sus compañeros e indicó que no tenía ni idea de que se habían interpuesto dos denuncias seguidas. Pasó buena parte del resto del pleno mirando alternativamente al techo y al suelo.

Tomé y Couselo habían llevado el caso ante los medios de comunicación, a los que enviaron imágenes de los desperfectos del coche. "Hoy es el día más triste de mi vida", llegó a declarar Tomé en el pleno que se celebró la mañana siguiente a la noche de los hechos. Couselo no asistió a esa sesión.

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Al terminar la reunión de ayer, Couselo trató de explicar su proceder en la noche aciaga. "Es muy larga la noche... Yo llego al coche, lo veo totalmente destrozado y a primera hora de la mañana voy y denuncio". Luego veo una grabación [la del comercio], muy exagerada (...) tres individuos con un bate de béisbol, y lógicamente al día siguiente sí hacemos unas declaraciones a la prensa. Podía ser por la política, podía ser por una circunstancia... Yo esos días no le hice mal a nadie". Únicamente admite un encontronazo en la carretera con otro vehículo, horas antes. "Me adelantó, casi me echó fuera, y simplemente yo le pité, le hice luces y punto". Pero niega haber dicho a la Guardia Civil que el ataque no tenía motivación política.

Tomé se quejó de que no le hubiesen dado el informe antes del pleno y explicó que había visto un nexo entre los destrozos en el coche y el acoso al que dice estar sometido desde hace casi dos años. “Me han roto los buzones varias veces”, señaló. Cuando denunció los hechos en febrero, declaró a la emisora Cope que también había recibido amenazas en el teléfono móvil y a través de notas. “Me tiraron una muñeca con la cabeza cortada; en la cabeza ponía PP”, aseguró.

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