Los socios de Hereu se oponen a construir el nuevo hotel del Raval
El alcalde podría recurrir a los votos del PP para sacar adelante el proyecto
Estar en minoría y no disponer de los suficientes votos para sacar adelante las decisiones municipales tiene sus inconvenientes. Iniciativa per Catalunya ya ha comunicado al alcalde Jordi Hereu que no cuente con sus votos para aprobar la construcción del hotel previsto junto al Portal de Santa Madrona, en el Raval barcelonés, y que el Ayuntamiento ha reactivado tras la dimisión de la concejal del distrito Itziar González. Fuentes de Urbanismo desmienten que el plan se haya agilizado tras la marcha de la edil, que se oponía a la construcción del mismo.
Los ecosocialistas consideran excesiva la altura de las dos torres previstas en el proyecto y que la infraestructura supone, además, una privatización del espacio. Y si Esquerra Republicana también rechaza el hotel, a Jordi Hereu se le empieza a complicar la situación. El alcalde necesitará el concurso de la oposición de Convergència i Unió o del Partido Popular para que este controvertido hotel no se le atragante durante los trámites administrativos. Con los nacionalistas, el alcalde lo tendrá complicado. Xavier Trias está a favor de su construcción porque ayudaría a dignificar la zona, pero condiciona su voto a lo que decidan los ecosocialistas. Si Iniciativa se opone, a CiU no le quedará más remedio que seguir por la misma senda.
En última instancia el alcalde podría recurrir a los concejales populares -no sería la primera vez-, porque sostienen que el hotel servirá para revitalizar el barrio y quizá de acicate para cerrar la narcosala situada enfrente.
Es esta instalación -la narcosala de Baluart- lo que realmente preocupa a algunos vecinos del sur del Raval y ven en el hotel de Santa Madrona una oportunidad para que se clausure este equipamiento en funcionamiento desde 2005. "Si sirve para presionar y que esto salga de aquí, estoy dispuesta a ayudar a bajar y subir maletas del hotel", explicaba Maria Dolors, desde un establecimiento de la calle de Perecamps.
Pero no todos piensan igual. Es más, hay quienes verían bien que se construyeran pisos pero no hoteles. "Aquí lo que hace falta es gente. Hoteles no, que estamos rodeados. Esos [en referencia a los usuarios de la narcosala] que se vayan y si se construyen pisos los comerciantes podremos aguantar". Era la opinión del dueño de una de las escasas tiendas de alimentación del barrio.
La Asociación Vecinos en Defensa de la Barcelona Vella, que se movilizó contra el hotel del Palau de la Música ya desestimado, es crítica con la concentración de hoteles -un centenar- que se expande por el distrito porque la moratoria hotelera llegó tarde y prefieren más equipamientos.
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