La Haya avala a Uruguay en la 'guerra de las papeleras'
El tribunal amonesta a Montevideo pero desestima el rechazo argentino a Botnia
El insólito conflicto que han mantenido enfrentados durante casi cinco años a dos países tan próximos y hermanados como Argentina y Uruguay (y cerrado un magnífico puente internacional sobre el río fronterizo) puede finalizar en pocas horas gracias a una sentencia salomónica de la Corte Internacional de La Haya, hecha pública ayer.
El Tribunal decidió dar una de cal y otra de arena: se incumplió un tratado, pero no se causó daño. Uruguay se comportó incorrectamente al no informar a tiempo ni adecuadamente a Argentina sobre la instalación de la potente fábrica papelera en la ribera del río Uruguay (que está gestionado por un Estatuto conjunto). La empresa (que funciona desde hace tres años) no estará obligada, sin embargo, a cambiar de lugar o a desmantelarse, porque nadie ha demostrado que contamine las aguas o el aire.
Buenos Aires tampoco logra una compensación económica
Apoyados en esta salomónica decisión, los dos presidentes, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, y el uruguayo José Mujica, tienen que intentar ahora recomponer los lazos entre los dos países y reanudar una relación que se estropeó de manera muy brusca y muy poco razonada, en 2006. Los dos mandatarios llevan días dando muestras de desear acabar lo más rápidamente posible con esta situación y se espera que se reúnan en breve para sellar públicamente la salida del conflicto.
El Tribunal de La Haya no se ha pronunciado sobre el cierre del puente internacional sobre el río, que lleva más de tres años cortado por piquetes de una asamblea popular y ecologista creada en la vecina ciudad de Gualeguaychú, sin que las autoridades argentinas hayan hecho nunca lo más mínimo para impedirlo. Es evidente, sin embargo, que cualquier solución pasa, necesariamente, por la reapertura del paso fronterizo.
Los miembros de la asamblea y los vecinos de la ciudad (se dio fiesta en los colegios) siguieron ayer en directo la lectura de la sentencia en una gran pantalla de televisión instalada por el ayuntamiento, pero aseguraron que no se pronunciarán hasta dentro de unas horas, una vez consultados sus abogados. Según el diario Clarín, representantes de Gualeguaychú se entrevistaron en secreto hace pocos días con el presidente Mujica, que siempre ha considerado "muy lamentable y triste" el deterioro de las relaciones entre los dos lados del río.
Los miembros de la asamblea, que siguen cortando el puente, han exigido hasta ahora que las cosas "se restituyan a su estado anterior", es decir que la papelera se desmantele, pero el Gobierno de Fernández espera que "la evidencia de la sentencia" les anime a aceptar una solución menos drástica. En cualquier caso, la asamblea se ha convertido en un auténtico poder fáctico, con el que el Gobierno de Buenos Aires se verá obligado a negociar.
El duro enfrentamiento que protagonizaron en su día los entonces presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez tuvo consecuencias inesperadas. Por ejemplo, el veto del presidente uruguayo para que Kirchner fuera nombrado presidente de Unasur, cargo al que aspira desde hace más de un año. La resolución del conflicto permitiría a Mujica levantar ese veto en la próxima cumbre del organismo suramericano.
La pelea estuvo a punto de implicar a España. Primero, porque la empresa española Ence también obtuvo autorización del Gobierno uruguayo para construir una fábrica en la localidad de Fray Bentos, al lado de donde se iba a levantar, y se levantó, la papelera de la finlandesa Botnia (que ahora se llama UPM). Y segundo, porque los dos países pidieron en su momento la mediación personal del rey Juan Carlos.
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