Letrados entre rejas
Las detenciones de abogados de ETA avalan la firmeza y eficacia de la lucha antiterrorista
El Ministerio del Interior considera "estratégicas" las detenciones de 11 presuntos miembros o colaboradores de ETA producidas desde el miércoles. Varios de ellos son abogados habituales de los presos de la banda, lo que da un relieve especial a la redada. Además, el último de los 11, David Pla, detenido el viernes en Hendaya, está considerado por la policía responsable, dentro de la nueva dirección política de ETA, de la relación con los presos. Y ayer fueron localizados en Francia dos zulos con armas y explosivos. La mayoría de los miembros de ETA están en prisión: cerca de 800 (de ellos, 169 -hasta enero- en prisiones francesas). Los presos han sido siempre la principal bandera de la izquierda abertzale, y de ahí el interés de la dirección en tenerlos controlados: la mayor señal de debilidad de una cúpula dirigente es que los presos desobedezcan sus consignas (por ejemplo, de huelga de hambre).
Según ha explicado ahora el ministro Rubalcaba, los abogados detenidos eran los encargados de transmitir las consignas de la banda a los encarcelados y de evitar disidencias entre ellos. Pero, además, y utilizando su profesión como tapadera, prestaban a ETA servicios como el de mediar para el cobro del impuesto revolucionario o el de correos que pasaban información a los jefes, incluso sobre posibles víctimas. Rubalcaba ha dicho que todo ello podrá demostrarse gracias a los casi dos años de una investigación iniciada a partir de documentos incautados en mayo de 2008 al entonces jefe político de ETA, Javier López Peña, Thierry. Entre las pruebas obtenidas figurarían cartas de presos a la dirección de ETA, y viceversa, ocupadas a los ahora detenidos.
Todo esto tendrá que ser probado, deslindando responsabilidades personales y acreditando que las pruebas han sido obtenidas legítimamente. La ley establece una excepción en el principio de no intervención de las comunicaciones preso-abogado para los supuestos de delitos terroristas, pero siempre por orden judicial motivada. Por otra parte, los abogados son la principal ventana de los presos (especialmente de los condenados por terrorismo) con el mundo exterior, y no siempre es fácil deslindar la relación profesional de la complicidad delictiva. En todo caso, lo expuesto por el ministro se refiere a delitos graves de pertenencia o colaboración con banda armada.
Esta redada viene a confirmar que existe una estrategia antiterrorista de conjunto y a largo plazo. Su elemento principal sería la eficacia policial constante al norte y al sur de los Pirineos: más de 40 detenciones de personas vinculadas a ETA y numerosos depósitos de explosivos capturados en lo que va de año; ilegalización judicial del brazo político y negativa a negociar con sus dirigentes mientras exista ETA; y acoso policial, desde la legalidad, al entorno civil de la banda, incluyendo a presuntos colaboradores necesarios para el funcionamiento del tinglado como los ahora detenidos.
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