La reunión en Sol acaba en tablas

La reunión que siete alcaldes socialistas del sur -los de Aranjuez, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Parla y Pinto- consiguieron arrancarle el pasado jueves a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, tras una marcha de 16 kilómetros hasta la Puerta del Sol, acabó ayer en tablas. No hubo acuerdos, pero tampoco un ganador político.

Pese a que el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, presente en la reunión, trató de encender la mecha al asegurar que la Comunidad de Madrid no les consideraba "interlocutores", los regidores fueron más templados y aseguraron a la salida que se iban satisfechos, aunque "no del todo", en palabras del alcalde de Aranjuez, Jesús Dionisio, que ejerció de portavoz.

Los regidores dijeron a Aguirre que se identificara como "presidenta del PP"

"La presidenta se ha comprometido a desbloquear los desarrollos urbanísticos", agregó el alcalde. En realidad, la Comunidad está obligada a aprobarlos, siempre que se ajusten a la ley, y la propia presidenta, según los alcaldes, les aseguró que apremiaría a los consejeros que no han sido diligentes.

Pese al tono educado de la entrevista, hubo momentos de tensión. Especialmente al inicio, cuando la reunión estuvo a punto de torcerse. La razón: un cartel.La reunión comenzó con un amago de ruptura. Nada más entrar en la sala, el alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, se percató, cuando algunos de sus compañeros ya se habían sentado, de que en la mesa había un cartel que les identificaba: "Alcaldes socialistas del sur". Los regidores sintieron que era una falta de respeto, porque ellos consideran que no sólo representan a sus votantes, sino a todos sus vecinos, y salieron de la sala.

La presidenta, Esperanza Aguirre, y el consejero Francisco Granados trataron de hacerlos regresar, pero se produjo un tenso rifirrafe de más de cinco minutos entre los dos bandos. "No sabemos si no les gusta ser socialistas o no les gusta el sur", ironizaba la presidenta ante las cámaras de televisión presentes. "Hay 24 alcaldes en el sur, de los cuales ellos sólo son siete".

Los regidores, muy airados, le respondieron que representaban a todos los ciudadanos de sus municipios, independientemente del partido al que votaban, y le pidieron que, si no estaba de acuerdo, que ella se pusiera el cartel de "presidenta del PP". "Esto genera indignación", se escuchó decir a uno de los regidores. "Más indignación me genera que se os haya recibido cuantas veces lo habéis pedido", contestó Granados.

Al final, Aguirre accedió a quitar el cartel. "Si queréis, [os recibimos] como alcaldes de vuestros municipios", les propuso. Y ellos volvieron a la mesa de reuniones. A un encuentro que duró más de una hora y que fue cordial, aunque también tuvo otros desencuentros.

Algunos de los regidores comentaron a la salida que era evidente que Aguirre no quería entrar en el debate de fondo del plan estratégico para el sur que le pusieron sobre la mesa. "No ha tenido la flexibilidad que nos hubiera gustado", destacó el alcalde de Getafe, Pedro Castro. "Pero nuestra obligación era seguir peleando", aseguró el regidor de Parla, José María Fraile, que sostiene que los siete municipios tienen unas características muy parecidas. "La situación socioeconómica es similar, con un sector muy ligado a la construcción, lo que ha hecho perder capacidad económica a nuestros ciudadanos, y eso requiere de planteamientos muy concretos", explicó. "Tendríamos que sentarnos a pensar todos juntos en cómo vamos a ayudar a estos ciudadanos".

En la versión del consejero Granados, apenas se entró en el fondo del plan estratégico planteado por los alcaldes, que recoge diversas propuestas para crear empleo en sus municipios. "No hemos entrado en peticiones concretas, han venido a hablar de filosofía", aseguró.

"Algunas de las cuestiones que han planteado tienen toda la lógica y una valoración positiva del Gobierno", agregó. "Todo lo que se refiere a los retrasos en los desarrollos urbanísticos se puede agilizar y nos encantaría aumentar las infraestructuras en todos los municipios, pero hay un detalle: las restricciones presupuestarias, que nos impiden atenderlas".

Otra de las cuestiones que preocupaba a los alcaldes quedó sin garantías, según admitió el regidor de Aranjuez, Jesús Dionisio. Aguirre no se comprometió a ampliar servicios básicos de educación, sanidad, asuntos sociales... que son competencia autonómica pero que prestan los municipios. La justificación no admitía debate: "Ha dicho que no hay dinero", explicó Dionisio.