Fantasmas, basura y fotografía

La obra de Rosângela Rennó (Belo Horizonte, 1962) está llena de fantasmas. Son los que habitan en su estudio de Río de Janeiro, donde desde hace años almacena cantidades ingentes de imágenes encontradas en mercadillos o incluso en la basura. Fotografías y diapositivas que pertenecen a un mundo que desaparece, el analógico, una especie en decadencia en plena era digital. Con ellas ha construido una obra en la que la autoría colectiva desafía al tópico del ego sin medida del artista. "Empecé hace años a trabajar así, con fotógrafos que tienen un lenguaje definido o con fotorreporteros. Les pido autorización para usar su trabajo o bien les propongo un proyecto conjunto", explicaba la artista el pasado miércoles. Hasta el próximo 29 de mayo, la galería La Fábrica muestra dos series fotográficas, un vídeo y un libro de artista, agrupados bajo el título Fiebre, basura y poesía.

"Fotografiar un remolino no es fácil. Es una metáfora de lo instantáneo"

En la obra la autoría colectiva desafía al desmedido ego del artista

La autoría compartida es la base de Febre do Cerrado. La artista quiso registrar los remolinos que se forman en la región de Minas Gerais, un fenómeno curioso, debido al calor, que apenas dura 20 o 30 segundos y que ponen a prueba los reflejos de quien los quiera captar con una cámara. Rennó nunca viajó a Minas Gerais. En su lugar, se puso en contacto con fotógrafos que sí habían logrado atrapar ese momento y les pidió, además, que describieran la experiencia. "Fotografiar un remolino no es fácil. Es una metáfora de lo instantáneo".

El tiempo y la memoria son el tema del resto de los trabajos. Dos de ellos, Materia de poesía (para Manoel de Barros) hace referencia a una cita del poeta De Barros y está formado por imágenes creadas a partir de la yuxtaposición de diapositivas encontradas en mercadillos e impresas digitalmente a gran escala. El resultado es casi un borrón: "Este proyecto es venir de lo analógico a lo digital, una imagen híbrida que es como una superposición de capas de la memoria". También hay capas en el vídeo Bouk (Ring/loop), que nació de la grabación de un viaje en coche alrededor de la Isla de Reunión. Rennó dividió el metraje en tres capas, cada una tonalizada con un color básico de la tricomía de impresión (cian, magenta y amarillo), de forma que su superposición genera un blanco y negro inestable. "Recoge la idea de que es imposible rescatar completamente la memoria", dice la artista.

La idea de pérdida alcanza su máxima expresión en el libro de artista 2005-510117385-5. Este título hace referencia al número de archivo de la investigación criminal que la policía brasileña abrió en 2005 tras el robo, durante una huelga, de 751 fotografías históricas de la colección de la Biblioteca Nacional Brasileña de Río de Janeiro. Sólo 101 imágenes han sido devueltas, muchas de ellas estropeadas por los intentos de borrar las marcas de registro de la biblioteca. Rennó fotografío el reverso de algunas de las fotografías recuperadas de papeles en blanco en los que, a lo sumo, se lee alguna descripción en lápiz: Pernambuco. Arrecife, porto e arsenal de Marinha. Recife, PE, 1859. "Es casi inmoral enseñar las fotografías mutiladas", dice la artista. Es la total desaparición de la memoria.