Ferrol planta cara a la 'ocupación' militar
El Ejército no paga impuestos por poseer cerca del 20% del municipio
La relación de Ferrol con su pasado militar es íntima e indisoluble. La fisionomía del municipio está salpicada de construcciones, parcelas y dependencias militares activas o en desuso tanto en la zona urbana como en las parroquias de la zona rural.
Aproximadamente el 20% del suelo urbano de Ferrol es propiedad del Ministerio de Defensa, según las estimaciones de los técnicos municipales. Calculan que las dependencias del Ejército en la ciudad naval suman 163,63 hectáreas, lo que equivale a más de un millón y medio de metros cuadrados en terrenos céntricos y excepcionalmente privilegiados en el borde de la ría, por los que Defensa no paga impuestos. La dualidad civil y militar de Ferrol se remonta al siglo XVIII, pero no está exenta de conflictos en el plano económico y urbanístico.
El ayuntamiento ferrolano le reclama al Ministerio la cesión definitiva de ocho propiedades castrenses, el derribo del muro del Arsenal que divide la ciudad y vía judicial, le exige el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por los terrenos que Navantia ocupa al borde la ría. Desde el gobierno local, que lidera en minoría el socialista Vicente Irisarri, consideran que estas tres cuestiones son claves para el futuro de la urbe. Buscan soluciones de consenso con Madrid pero reconocen que a menudo existen "intereses contrapuestos".
El Ministerio, a través de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de la Defensa, se ha mostrado como un negociador implacable que se reserva las parcelas "más potentes con fines comerciales y residenciales".
Esta situación escuece especialmente a Izquierda Unida y al BNG. "Defensa ha actuado siempre como un gestor inmobiliario en esta ciudad" critican los nacionalistas. Recuerdan que propiedades como el castillo de San Felipe o el antiguo gobierno militar fueron vendidas o subastadas, no cedidas. "No perdonan ni un metro cuadrado" apuntan desde el BNG, para recordar que en 2008, Defensa "tumbó" todo un plan para la reforma del cuartelillo de María "porque les faltaban 60 metros de edificabilidad". Para IU, la "omnipresencia" del Ejército es "desproporcionada" en relación con una tropa de soldados y marineros cada vez más escasa. Critican que el Ejército ocupe "todas las zonas estratégicas" y opinan que el trato "con respecto a otras ciudades no ha sido equitativo".
Ferrol recibe una asignación anual de las arcas del Estado para compensar la servidumbre militar por los terrenos ocupados al igual que otras localidades como Rota o Cartagena. En 2008, rondaba el medio millón, pero la crisis recortó esa partida a la mitad (250.000 euros) en 2009 y 2010. Para la oposición es una cifra escasa si se compara con el dinero que la administración local deja de percibir por los privilegios de las instituciones castrenses, exenta de pagar impuestos. Señalan que tan sólo Navantia debe tributar cada año cerca de 450.000 euros por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Hace casi un lustro que el ayuntamiento se embarcó en un embrollo jurídico para exigir judicialmente ese pago. A la espera del fallo, Defensa accedió a liquidar su deuda hasta 2006, pero tiene pendiente el IBI correspondiente al 2007, 2008 y 2009, que suma un millón y medio de euros. La deuda se acerca a dos millones con los intereses de demora.
Otro punto de fricción entre el ayuntamiento y el Ministerio está en la muralla que rodea la ría. Se construyó para preservar la seguridad del arsenal. La tapia divide la ciudad e impide a los vecinos ver el mar. Es uno de los peajes más costosos que tuvo que pagar la urbe y que Irisarri quiere sustituir por otro elemento traslúcido antes del 2011 para cumplir su promesa electoral de "abrir Ferrol al mar".
El tercer escollo es un convenio atascado desde el 2007 para desafectar ocho propiedades castrenses que suman 637.000 metros cuadrados. El edil de Urbanismo, Ángel Mato (PSOE), apunta que el desarrollo urbanístico de Ferrol pasa por la resolución de este ambicioso convenio, todavía pendiente de la aprobación del Plan Especial para la Reforma Interior (PERI) del cuartel Sánchez Aguilera. "Es la joya de la corona" admite Mato, que aspira a disponer de esta parcela antes de final de año.
Recuperar ese espacio vacío fue el objetivo fallido de varias corporaciones anteriores y la llave para "suturar la ciudad" conectando los barrios del centro con los periféricos: Santa Marina, Catabois y el Ensanche. Ocupa 95.000 metros cuadrados entre la céntrica plaza de España y el barrio alto de Canido. Los planes de Irisarri pasan por ubicar en su interior el Museo da Natureza de la Sociedade Galega de Historia Natural en la antigua Casa del Coronel. También albergará la primera residencia universitaria, un centro comercial, ocho bloques de viviendas y un aparcamiento.
El protocolo establece que Defensa gestionará los 55.000 metros de viviendas y comercios mientras que el ayuntamiento dispondrá de los 34.500 restantes. El plan de reforma se aprobó en pleno el viernes con dos años de retraso por "los regateos" de Defensa.
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