El turismo de borrachera enfrenta a Salou con la Generalitat
Hospitalizados cuatro jóvenes de la segunda 'hornada' del Saloufest
La fiesta de los universitarios británicos se entremezcla ya con la bronca política en Salou (Tarragonès). El alcalde de la localidad, Pere Granados, del partido independiente Ferran Units per Salou, reclamó ayer "mucha responsabilidad" al consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet (ERC). No lo citó directamente, pero el regidor respondió así a una pregunta que le interpelaba sobre las advertencias realizadas por el máximo responsable de turismo del Gobierno catalán. Este señaló el martes que Salou podría perder la certificación de turismo familiar de calidad que le otorgó la Generalitat en 2002 si el Consistorio no garantiza el civismo. "Pido mucha prudencia en las declaraciones del departamento", añadió Granados. El aviso de Huguet ha sentado como un tiro en el municipio, volcado ahora en acoger la segunda tanda del Saloufest, el evento que promociona actividades deportivas entre universitarios del Reino Unido atraídos, a su vez, por el desmadre de alcohol que los organizadores del evento publicitaron entre las facultades británicas.
Los cerca de 4.200 estudiantes que ya se encuentran en Salou, donde permanecerán hasta el sábado, materializaron sus primeros anhelos de fiesta en la noche del martes. Cuatro universitarios de entre 19 y 23 años fueron trasladados al hospital Joan XXIII de Tarragona por los excesos en el consumo de alcohol, el último sobre las seis de la mañana, según informó el Sistema de Emergencias Médicas.
La estampa del municipio en esta segunda hornada de turismo de borrachera es calcada a la de la semana anterior, cuando unos 5.000 universitarios inauguraron el primer turno del festival. Los jóvenes se dedican a las actividades deportivas diurnas con variable implicación. Pero el consenso nocturno es absoluto: alcohol y juergas que, por ahora, no han degenerado en incidentes públicos. Ofrecen, eso sí, escenas de contraste en los bulevares turísticos de la localidad; las de jóvenes en paños menores y cogorza evidente intercalados entre turistas con hijos y personas de edad avanzada, molestos y desorientados por el ruidoso vecindario.
El alcalde obvió este aspecto y se limitó a destacar la centralidad del sector turístico para el municipio. El enojo municipal se explica por la mala imagen que esos reproches sobre el turismo de borrachera imprimen a Salou, localidad carente de industria y sin actividad pesquera ni agrícola, que subsiste casi en exclusiva del turismo. El Ayuntamiento emitió después un comunicado en el que justificó el silencio del alcalde para "evitar alimentar una polémica innecesaria".
Las asociaciones de comerciantes de la localidad se unieron en la defensa del Saloufest por su aportación económica. "No sólo consumen alcohol: gracias a ellos hemos ingresado más en cuatro días que en toda la Semana Santa", señaló el presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Ocio del municipio, José Otero. La entidad cifró que el Saloufest aportará entre 8 y 10 millones de euros al municipio, a tenor de un gasto de 30 euros diarios en ocio, añadidos a los costes de viaje, alojamiento y otros productos. El cálculo es algo subjetivo: añadiendo el coste del viaje, entre 220 y 400 euros por estudiante, las premisas de la asociación dejarían el gasto de los participantes en unos 3,5 millones. "Deben añadirse las compras en otros productos, como camisetas y pelotas de plástico para la playa", justificó Otero.
Ajenos a la polémica, los universitarios siguen entregados a lo que les prometieron por su periplo catalán: desenfreno y alcohol a buen precio.
Lloretfest, tranquilo
Lloret de Mar (Selva) tiene también su Lloretfest. Desde el martes, unos 1.500 universitarios británicos disfrutan de una semana de vacaciones en el municipio gerundense. Su actitud es tranquila. Practican deporte de día, salen y beben por la noche, pero no acaban con la paz en el municipio. El martes centenares de ellos gozaron del Barcelona-Arsenal y celebraron después una fiesta de disfraces. No hubo que lamentar ningún incidente.
La compañía que organiza el encuentro se encarga de mantener el orden -además de las patrullas de la Policía Local- con su propio equipo de seguridad. Incluso cuentan con personal de atención médica.
Por otra parte, los ciudadanos de Lloret de Mar (Selva) reclaman 1,7 millones a Endesa por la nevada. Más de 3.500 personas se han acercado a la oficina de atención al ciudadano del Consistorio y han presentado más de 1.900 reclamaciones.
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